GOLEADOR. Antoñito pudo sumar un tanto más en su cuenta goleadora con otro gol en la tarde de ayer. / JUAN CARLOS CORCHADO
Deportes

La épica renueva su abono azulino

El Xerez se estrena en Chapín con una victoria, remontado el partido y acabando con nueve jugadores Los hombres de Esteban Vigo se colocan en la zona alta de la tabla junto al Girona, el Eibar y el Levante

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Entre esos siete mil abonados que dice tener el Xerez Deportivo ha repetido una hermosa señorita. Una amante del riesgo, de la velocidad, de la emoción, de la aventura, una auténtica apasionada de los finales imposibles. Comenzó a aparecer por Chapín a mediados de la temporada pasada. Casualmente, casi al mismo tiempo que Esteban Vigo, y desde finales del pasado mes de febrero no se pierde un encuentro de los xerecistas. Tenía previsto llegar al partido en el que los de Esteban cayeron por 0-2 ante el Racing de Ferrol -último que los xerecistas perdieron en su feudo-, pero tras aquel partido quedó embelesada con el equipo xerecista.

Se llama épica y ha renovado su abono para la temporada 2008/2009 pues ayer nuevamente llenó de luz el estadio jerezano. Ella apoya al Xerez, y el Deportivo se apoya en ella para ganar los encuentros. Y es que casi como si no hubieran pasados los meses de verano, casi como si fuera una hipotética jornada 43, el Deportivo logró ayer dar continuidad a la magia de Chapín y ese hechizo que convirtió hizo posible el milagro la campaña pasada, se mantuvo en el estreno del nuevo curso.

La cuesta se empezó a empinar para el Deportivo en el minuto 10 de partido cuando el bochornoso espectáculo del colegiado Hevia Obras encontró su punto de partida. El trencilla marcó el punto de penalti por una disputa, hombro con hombro, entre Redondo y Tarantino. Un minuto más tarde Álex Pérez colocaba por delante del marcador a su equipo a pesar de que Chema le adivinó, e incluso estuvo a punto de detener, su lanzamiento.

El tanto benefició más al Xerez que a un Albacete que no supo gestionar la tempranera renta. Sin saber si ir o aguantar, los de Juan Ignacio Martínez se perdieron en su mar de dudas, mientras los azulinos apostaban por la victoria sin temores. Sin miedo y sin su primer entrenador, pues el segundo capítulo del show de Hevia, el colegiado mandó a Esteban Vigo al palco presidencial de Chapín por reclamar -brazos arriba- una fuerte entrada de Begoña a Francis.

No habían pasado ni un par de minutos cuando el árbitro comenzaba a sentir una importante ausencia de protagonismo y no hizo esperar su capítulo más fuertes. De golpe y porrazo expulsó a Calle, por parte del Xerez, y a Jonathan, el meta del Albacete, por un presunto intercambio de caricias con el esférico parado.

Esteban y Martínez se vieron obligados a recomponer mientras Antoñito estuvo muy cerca de componer el empate. El sevillano controló con el pecho un centro de Redondo desde la derecha, pero sin darse cuenta de que tenía tiempo y espacio para definir desde la frontal del área chica, el punta xerecista disparó por encima del larguero.

Pedro Ríos dio continuidad a las llegadas del Deportivo, pero fue Aythami el que acertó a empatar en el último minuto de la prolongación de la primera parte. La guinda de esos cuarenta y cinco minutos la pusieron entre el canario, Moreno y Antoñito. El sevillano la colgó al área desde la izquierda, Vicente la bajó en el segundo palo, para que Aythami empalara al fondo de la red que ya defendía Cabrero.

La épica volvía a levantarse en Chapín y dejaba toda una segunda parte para que el Deportivo diera la vuelta al marcador. Un segundo tiempo en el que ni el afán de protagonismo del colegiado ni la emoción tardaron en hacer acto de presencia. Hevia Obras pitaba otro rigurosísimo penal, lo hacía repetir una vez que Merino ya lo había anotado y por último, Chema logra detenerlo para poner patas arriba el estadio jerezano.

Pero para un coliseo acostumbrado a las emociones fuertes, no podía ser suficiente. Seis minutos más tarde, Pedro Ríos y Antoñito se asociaban en la frontal del área. El jerezano introducía la bola entre líneas para el sevillano en una jugada muy parecida a la que realizaron siete días atrás en el Rico Pérez frente al Alicante. En aquella ocasión el delantero xerecista no pudo con Unanua, pero ayer superaba con facilidad a Cabrero. Antoñito se fundía en un fuerte abrazo con la épica, y otra vez tiraba de su arte justo en el momento en que más falta hacía.

Al Albacete sólo le restó la rabia, la desesperación de luchar por una victoria que a falta de media hora para el final creía tener a tiro de piedra. Hevia Obra quiso facilitarles las cosas y expulsó a Mendoza -doble amarilla- por simular una falta en el área del Albacete. Martínez movía el banquillo y Esteban hacía lo propio desde el palco presidencial. Asiento desde el que pudo ver con aparente calma como su equipo lograba la segunda victoria de la temporada, como sus jugadores daban continuidad a una racha triunfal en Chapín que arrancó el pasado mes de marzo, el malagueño pudo disfrutar desde lo más alto del estadio jerezano, casi desde lo más alto de una clasificación que encabezan junto al Girona, Eibar y Levante que también acumulan seis puntos.

sgalvan@lavozdigital.es