Cadel Evans. / REUTERS
Deportes/Mas-Deportes

Cadel Evans y Carlos Sastre se enfrentan al futuro de sus vidas

La contrarreloj de esta tarde decidirá un Tour en el que los Pirineos y los Alpes sólo han servido de cedazo

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Las vidas de Carlos Sastre, líder de este Tour, y la de Cadel Evans, que está a 1:34 del maillot amarillo, no serán igual a partir de este sábado. Se juegan el primer puesto en una carrera que después de pasar por los Pirineos y los Alpes tiene a cinco corredores en 2:39, unas diferencias que hablan por si solas de la igualdad que ha presidido una prueba en la que la montaña sólo ha servido para descartar algunos de los hombres.

Ha hecho descartes, pero nadie ha sido capaz de ganar la carrera en los Alpes, con unas etapas duras, selectivas, que se subieron a ritmo la mayoría de ellas. Quien no quiera verlo, que no lo vea.

Estamos ante un ciclismo bastante más plano que el de hace unos años, en el que los ataques en montaña han brillado por su ausencia. El único corredor que se ha movido a conciencia ha sido Carlos Sastre. Lo hizo en Alpe D'Huez, donde se vistió de amarillo, pero donde probablemente no ganó la carrera.

¿Que más le podemos pedir? Nada. No se le puede pedir nada porque Sastre es uno de esos ciclistas que da lo que tiene. Por eso su vida, gane o pierda, estará marcada por el Tour de Francia 2008. Si rompe todos los pronósticos y gana, habrá entrado en un selecto grupo de ciclistas españoles que conocen lo que es ganar el Tour.

El que haría historia de verdad sería Cadel Evans. En los 105 años de historia de la ronda gala, ningún corredor australiano se ha subido al podio, ni por supuesto ha ganado el Tour.

Las manecillas de un reloj le marcarán el tiempo hoy, no sólo del presente sino también del futuro de sus vidas.