Hezbola entrega a Israel los restos de soldados muertos en la guerra de 2006

Una semana después del anuncio de Nasrallah, la maquinaria de intercambio de presos y restos humanos entre Hezbola e Israel ha dado los primeros resultados públicos. Nesin Naser fue deportado a Líbano tras cumplir una condena de seis años en suelo israelí bajo la acusación de espiar para el Partido de Dios. Un vehículo de la Cruz Roja Internacional llevó a este ciudadano hebreo hasta la frontera de Naquora, donde le esperaba una comitiva de Hezbola junto a su familia. El mismo vehículo trasladó a Israel de vuelta «una caja con restos de soldados muertos en la guerra de 2006», según anunció Hajj Wafiq Safa, responsable de seguridad del grupo radical chií, que no quiso dar más detalles sobre el intercambio que ambos contendientes negocian de forma secreta.

Las conversaciones son siempre largas y, como ya ocurriera con el intercambio acordado en 2004, la mediación ha vuelto a recaer en Alemania, esta vez en la figura del diplomático Gerhard Konrad. Dado el primer paso, Hezbola espera ahora la liberación de Samir Kuntar, el mítico prisionero de la resistencia libanesa que lleva 30 años en prisión tras cometer un atentado en Nahariyah y matar a cuatro personas. Nasrallah señaló expresamente que «la liberación de Kuntar está próxima» y que se trataría sin duda de todo un espaldarazo a la moral del Partido de Dios, cuya imagen pública sufrió un gran desgaste en la comunidad musulmana. Junto a Kuntar podrían llegar otros cuatro militantes de la milicia chií y los restos de diez combatientes abatidos en la última contienda con los hebreos.

En Israel aguardan a los soldados Eldad Regev y Ehud Goldwasser, capturados en julio de 2006 por Hezbola. Su apresamiento se produjo en la frontera y fue la chispa que llevó a Israel a iniciar una guerra de 33 días que causó la muerte de 1.200 libaneses y 160 israelíes. ¿Vivos o muertos? Ésta es la pregunta que se formula la opinión pública israelí.

La entrega de los restos de uniformados israelíes fue calificada por el Gobierno de Ehud Olmert de «gesto unilateral» de Hezbola. Las autoridades hebreas no lo esperaban y siguen analizando el contenido de la caja con restos humanos para determinar su identidad.