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Pekín apunta los 50.000 muertos y no descarta epidemias

Una de cal y otra de arena. Ayer, las autoridades chinas elevaron el número de muertos por el terremoto del lunes a más de 20.000 y aseguraron que puede alcanzar los 50.000. Los heridos superan los 64.000, de los cuales casi 13.000 se encuentran en estado grave, y los afectados, de una forma u otra, suman ya más de diez millones. Por otro lado, el rescate de una niña de 11 años que llevaba 68 horas sepultada bajo los restos de su escuela en Yingxiu, muy cerca del epicentro, mantiene viva la esperanza de miles de personas que esperan un milagro.

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Según la cadena estatal CCTV-1, los equipos de rescate consiguieron llegar a todas las localidades afectadas, ya que hasta ayer no había sido posible acceder a 24 de ellas, a las que la ayuda había sido enviada en los setenta helicópteros que el Ejército ha destinado a la operación de asistencia humanitaria.

Por otro lado, en la capital de Sichuán, Chengdu, comienzan a aparecer problemas de suministro de alimentos básicos y agua embotellada, razón por la que ha cobrado aún más importancia la sanción que las autoridades chinas han impuesto a 17 personas por difundir rumores falsos, que según asegura un comunicado del Ministerio de Seguridad Pública «minaron la confianza de la población».

Expertos en catástrofes

Una confianza que el Gobierno quiere afianzar con la información sobre las 5.500 personas que han sido rescatadas de las ruinas de edificios, y con la aceptación de ayuda extranjera. Tres equipos de expertos en catástrofes naturales, procedentes de Japón, Rusia y Taiwán, llegarán hoy a Chengdu para unirse a los 130.000 soldados desplegados en la zona.

China también descartó ayer la aparición, hasta ahora, de epidemias, aunque el viceministro de Salud, Gao Qiang, teme que puedan producirse brotes más adelante. «La meteorología, que parece que se mantendrá favorable los próximos días, jugará un papel fundamental en este asunto», aseguró.

El Gobierno también trató de calmar a la población cercana a las 400 presas que parecen haber sufrido daños. «Algunas que esperábamos ver en malas condiciones no tenían grietas de importancia, así que podemos descartar un grave problema», comentó en la televisión de Sichuán uno de los ingenieros militares enviados a revisar las instalaciones.

En cuanto a víctimas extranjeras, ayer se confirmó la muerte de un hombre de nacionalidad alemana y varios siguen desaparecidos, aunque un grupo que se encontraba incomunicado en el parque de Wolong fue evacuado en helicóptero y todos sus integrantes se encuentran a salvo.