Opinion

La otra Bibiana

Parece ser que José Luis Rodríguez Zapatero ha creado un Ministerio de Igualdad para una tal Bibiana. No está mal. Porque hace falta que «todos los españoles sean iguales ante la ley». Que, por ejemplo, todos los padres -en Andalucía, Cataluña, Galicia o el País Vasco- puedan educar a sus hijos en la «lengua común de todos los españoles» y según sus propias convicciones y valores. Sin imposiciones ideológicas estatales o gubernamentales...

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Pero no da la impresión de que vayan las cosas por ese camino.

Porque he leído las recientes declaraciones de la neoministra: «Me voy a dejar la piel para acabar con el machismo en este país». Y en lograr -la mal llamada- igualdad de género. (En zoología hay especie, género y sexo. Y el «género gramatical» puede ser masculino, femenino, común, neutro...¿ y hasta epiceno y ambiguo!). Por eso no entiendo -ingenuo de mí- para qué Ha Ido la «joven chica de Alcalá» a ese orwelliano «Ministerio de Igualdad».

¿Para uniformar a enfermeros y enfermeras? ¿Para «poner firmes» a soldados y soldadas embarazadas?

¿Para conseguir el igualitarismo sociata de todos los españoles?

¿Para promover la «paridad paritaria»? No parece. Ya Zapatero tiene, a su vera, más niñas que niños, más flamencas que flamencos, más palmeras que palmeros. Hace falta lograr la «cuota gay». Llamar al gobierno a homosexuales, travestís y transexuales.

Por eso «la otra Bibiana», Bibiana Hernández o Fernández, Bibí Andersen.

Y un carguete para Zerolo, el de los «orgasmos democráticos, uno detrás de otro».

Y no será necesario «dejarse la piel para acabar con el machismo».

Todos los españoles iguales: españolas y españolos.

Luis J. Suárez Álvarez Cádiz