CONFIANZA. Antonio Calderón da una explicación a Gustavo López en el entrenamiento de ayer. / ROMÁN RÍOS
Cádiz C.F.

Calderón huye del maleficio albinegro

Oli, Jose González y García Remón ya sufrieron en su piel la avalancha de un Castellón intratable para los cadistas

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A ver si rompemos el maleficio», dijo ayer Antonio Calderón. El entrenador gaditano confía en hacer bueno aquel dicho de las «estadísticas están para romperlas» con un equipo del que no deben guardar buenos recuerdos sus antecesores en el cargo. Desde Oli a García Remón pasando por Jose han sufrido en sus carnes como se las gasta un equipo, el Castellón, que parece haberlo tomado la medida desde hace un par de años a un Cádiz que hace añicos cada vez que se enfrenta a él.

El primero en acabar destrozado por el conjunto albinegro fue Oli. Y eso que el Castellón aquella tarde de septiembre de 2006 llegaba con la soga al cuello de su entrenador, entonces Pepe Moré. Pues ni por esas. El Cádiz de Oli ya comenzaba a evidenciar una falta de seriedad alarmante y pagó con una derrota (0-2) lo que debió de ser una sonora goleada. Los goles de Nakor y Mora, con la colaboración del hoy cadista Natalio, motivaron que en Carranza se comenzaran a escuchar pitos al banquillo, al palco e incluso entre varios sectores de la afición. Tanta indulgencia en el campo no fue soportable para un Oli que se desgañitaba en la grada tras ser expulsado por el colegiado. Cinco jornadas más tarde, el héroe de Chapín abandonaba el club tras la derrota en El Molinón. El Castellón sólo acababa de sembrar un maleficio que afectaría, como no, en el partido de vuelta al sustituto del entrenador asturiano.

Ese no fue otro que Jose González. En aquella ocasión el escenario fue el Municipal de Castalia, feudo de la bestia negra del Cádiz de los últimos años. Por entonces, Jose había conseguido meter en la pomada del ascenso al Cádiz, que llegaba a tierras castellonenses como quinto clasificado tras la victoria ante el Salamanca en Carranza y a ocho puntos del ascenso. Una cifra todavía al alcance de los gaditanos dada la gran diferencia con la que acabaron ascendiendo Valladolid, Murcia y Almería. Castalia era la última bala en la recamara del conjunto amarillo pero ésta salió despedida al aire. Dos golazos de Rodri y Antonio López abrieron las puertas de los infiernos a un vestuario que comenzó a polemizar con su entrenador. La impotencia fue tal que Jose la emprendió con varias decisiones arbitrales y al filo del descanso fue expulsado por el árbitro al no consentir éste una apreciación del entrenador gaditano.

Si en la ida, el Castellón llevó al club cadista el nerviosismo y la desconfianza hacia un proyecto -el de Oli-, en la vuelta las huestes castellonenses llevaron el hastío a una afición a la que le esperaba tres meses de bostezos ante la falta de un objetivo. Una vez más, el Castellón apagaba las ilusiones de un club en el que incluso los rectores comenzaron a ponerle precio.

Provoca otra debacle

Pero el maleficio no se cerró con el cierre de la campaña 2006/07. A este Castellón nada le importó que el Cádiz cambiase de entrenador, de plantilla y hasta de presidente. Esta vez la víctima fue Mariano García Remón y el escenario, otra vez, Castalia. Y para variar, el Cádiz coleccionó otro 2-0 tras los goles de Oberman y Perico. Una derrota de lo más dolorosa para el banquillo y que a la postre significó la espantada -una semana más tarde- del Consejo de Administración que presidía el abogado Arturo Baldasano.

Como si se aliara con el destino, el Castellón volvía a aparecer en el calendario en un momento donde las estructuras del Cádiz volvieron a tambalearse tras la derrota en Castalia. La mala imagen del equipo superaba incluso a la de Oli un año antes. García Remón, que ni se inmutaba desde el banquillo, no daba muestras de reacción y comenzó a cavar en Castellón un túnel que le acabaría sacando de la entidad cadista una semana y media más tarde.

En aquel encuentro, en el banquillo albinegro se volvió a sentar Pepe Moré, que por tercera vez de forma consecutiva, no tuvo piedad del Cádiz. Pero algo ha cambiará. Moré ha sido sustituido por Pepe Murcia en el banquillo tras los malos resultados. ¿Será el ma-leficio propiedad exclusiva del técnico catalán o es el Castellón su único protector?

La respuesta, mañana.