El presidente del Gobierno pide al PSOE que «no haga sangre» con el revés
José Luis Rodríguez Zapatero reclamó a la dirección del PSOE que «no haga sangre» con la exclusión de Alberto Ruiz-Gallardón de las listas electorales del PP. Mientras otros miembros de la ejecutiva socialista defendieron que los populares «se cuezan en su salsa» tras la decisión de Mariano Rajoy, el presidente del Gobierno solicitó no hurgar en la herida de los adversarios. El sentir general en el partido gubernamental es que en el PP se ha impuesto el sector más conservador de Aznar.
Actualizado: Guardar Las palabras de Zapatero no tuvieron demasiado éxito ya que los dirigentes del PSOE de todo nivel jerárquico salieron en tromba a manifestar que el revés sufrido por el alcalde de Madrid es la prueba del nueve de que Rajoy no manda, cede ante las presiones, y que su rumbo ideológico no es el centro sino la derecha más extrema.
El secretario de Organización socialista, José Blanco, fue implacable desde su blog y señaló que el descarte de Ruiz-Gallardón indica que el PP «huele a caverna de fiera; huele al pasado; huele a perfume Varón Dandy». El dirigente del PSOE insistió en que «el aznarismo decide» en el partido opositor como se ve en las listas electorales, que son «la esencia concentrada del aznarismo».
El ministro de Trabajo, Jesús Caldera, también consideró que «la derecha más rancia y conservadora» es la que se ha impuesto en el PP. El ministro de Justicia, Mariano Fernández Bermejo, no podía faltar y subrayó que se ha puesto de manifiesto que el PP es «es tan derecha, tan ultraderecha, que no deja sitio para un hombre de centroderecha». El presidente del PSOE y de Andalucía, Manuel Chaves, indicó que la decisión debe ser un motivo «de júbilo» para los sectores más ultras del Partido Popular
