¿Soñamos?

Confieso que no sé hasta qué punto, la idea tiene algún punto de partida racional o es fruto del deseo. Pero ya me aburrí bastante la temporada pasada dejando pasar los últimos meses sin que el Cádiz se jugase nada como para hacerme a la idea de que este año sólo vamos a pelear por evitar el descenso. Lo siento, pero si me permiten la expresión, eso no me pone. Es más, estoy tan seguro que este equipo tiene capacidad para mucho más que, a pesar del difícil calendario que se nos viene encima, apuesto a que para comienzos de la segunda vuelta estaremos mucho más cerca del ascenso a Primera que del descenso a la Segunda División B

Esta columna de hoy es un canto al atrevimiento, a la osadía. Porque con los datos en la mano, aún no le hemos ganado a nadie. Que se entienda la expresión, a nadie de los de arriba. Una victoria que imponga respeto. Pero este Cádiz es otro. No tiene nada que ver con el de Mariano García Remón y esta empezando a creerse, por fin, que de verdad es un equipazo para Segunda. Igual lo único que le falta es esa victoria, una o a lo sumo dos, para darse cuenta que el ascenso no es ninguna utopía.

Y, ¿por qué no mirar el calendario al revés? En vez de asustarnos porque llegan Real Sociedad, Celta y Nastic (los tres descendidos), vamos a pensar que ganando a los tres o sacando siete puntos de nuevo el Cádiz de Antonio Calderón demostraría por puntos y por imagen que tiene nivel para pelear por todo. Pues ahí vamos, primero a conquistar la playa de la Concha en San Sebastian y después, como decía Juan Luis Guerra, a buscar visa para un sueño.

Reconozco que siempre he pecado de optimista. Pero pienso seguir pecando y que me perdonen los dioses del pesimismo. Pero lo que vi contra Sporting de Gijón y Racing de Ferrol fue otro Cádiz y ese sí que me pone. Ahora tiene un mes de diciembre apasionante por delante para terminar de seducirme. ¿Soñamos?