Muerte en el tajo

Para encontrar una solución antes es preciso reconocer que se tiene un

problema. Y parece que la Fiscalía y la Inspección de Trabajo se han dado cuenta del fracaso generalizado en la prevención de accidentes laborales en la provincia y de la necesidad de endurecer los controles y encontrar fórmulas para superar la falta de recursos humanos en la Inspección. Los 24 muertos en accidentes laborales durante este año deben hacer reflexionar a la Administración y a todos los sectores implicados. Es una buena noticia que Justicia y Gobierno lideren esta rebelión contra la siniestralidad, en la que sólo cabe aunar esfuerzos y ser inflexibles ante conductas irresponsables tanto desde los promotores y constructores como de los propios trabajadores. Ahora bien, estas buenas intenciones deben ir acompañadas de la dotación económica y de personal suficiente para terminar con expedientes amontonados en las mesas de la Inspección de Trabajo.