4-2: El Madrid lidera también Europa

El internacional brasileño Robinho, centro de la polémica durante las últimas jornadas, ha sido la gran estrella en la victoria del Real Madrid en el partido de la Liga de Campeones en el que los hombres de Bernd Schuster han vencido (4-2) al Olympiacos griego, con lo que lideran en solitario el grupo C de este torneo. Schuster ha dado entrada de principio a Robinho, sancionado con un expediente informativo -que posiblemente se transformará en multa económica- por su retraso la pasada semana tras el Brasil-Ecuador, que acabó con 5-0 para los locales, y, según las malas lenguas, en una loca fiesta de los deportistas canarinhos.

Preservar a Robinho. Y la felicidad del paulista. Eso es lo que correspondía. Al menos eso es lo que ha decidido, con sensacional criterio, el alemán, buen jefe y gran conocedor del fútbol. Más aún, con el holandés Arjen Robben lesionado. Evitar riesgos innecesarios: hasta ahí, todos de acuerdo.

Robinho ha cumplido. De sus botas ha salido el pase del primer gol, que ha podido haber sido de Ruud Van Nistelrooy, pero, que, tras el rechace de Antonios Nikopolidis, lo ha anotado Raúl, que ha encarrilado la victoria merengue en su partido 400 en Europa. Más tarde, Robinho firmaría el empate a dos. Luego ha forzado el penalti que ha fallado Van Nistelrooy. Y ha salido glorioso del Bernabeu tras marcar el 3-2 y concederle el cuarto y último a Javier Angel Balboa.

Los griegos optan por la contención

Los griegos parecían optar por la contención y, como se dejaba entrever en la víspera, Panagiotis Lemonis no ha alineado de entrada al serbio Darko Kovacevic -que tantas alegrías diera a la afición de la Real Sociedad-, dejando solo en punta al congoleño Lomana Lua Lua, con cinco centrocampistas por detrás de éste. Pero en el séptimo minuto ha surgido, como no, la figura de Luciano Galletti -al que tampoco han olvidado ni la afición del Zaragoza, ni la del Atlético de Madrid-. El argentino casi siempre marca contra el Madrid. Hoy no iba a ser menos y ha definifo tras gran jugada por la izquierda del serbio Predrag Djordjevic, capitán de los visitantes.

Poco después del empate, se ha producido un lance que pudo resultar decisivo: la expulsión de Vassilis Torosidis, por roja directa, tras derribar a Ruud cuando el holandés encaraba portería. Al Madrid le quedaban 77 minutos con superioridad numérica sobre los del Pireo. El brasileño Marcelo, antes de la media hora; y el holandés Sneijder, a falta de diez, han obligado, de fuertes disparos, a lucirse al veterano portero del club ateniense. Pero, apoyados por una afición ejemplar, los griegos no sólo han aguantado. Se han estirado.

Otro brasileño, el 'trotamundos' ex madridista Julio César, ha evitado otra ocasión de Raúl y Nikopolidis, el mejor de la primera parte, ha efectuado otro 'paradón' a tiro de Robinho. Pero al descanso, empate. Y nada más reanudarse, Julio César aprovecha un despiste defensivo blanco y adelanta a los griegos, que ven que se puede repetir el sueño de Bremen, donde habían logrado ante el Werder, a principios de mes, el único triunfo en Liga de Campeones de toda su historia.

Schuster da paso a Higuaín

Había que hacer algo, así que Schuster ha optado por dar entrada al argentino Gonzalo Higuaín por Míchel Salgado, dejando una defensa de tres. Dio resultado casi inmediato, porque a Sergio Ramos, aparte de talento, le sobran condiciones físicas para unirse al ataque. Un toque genial de Guti ha habilitado por la derecha al sevillano, cuyo centro ha rematado de cabeza Robinho, que tras empatar, ha besado el escudo y ha corrido a abrazarse con Schuster. De bien nacidos es ser agradecido.

El Madrid se ha lanzado en tromba, pero la valentía del Olympiacos ha convertido el partido, flojo en la primera mitad, en un auténtico choque de 'Champions'. La emoción emanaba cada vez con mas fuerza. Una de las 'fantasías' de Robinho ha dado origen al penalti, a falta de quince, que ha desperdiciado Van Nistelrooy. Y que ha podido desembocar en un drama si el infatigable Djordjevic aprovecha una posterior contra.

Pero de nuevo el Madrid se ha aferrado a la épica -con uno más, eso sí- y Robinho, con la puntera -y con el corazón-, ha logrado el 3-2, antes de regalarle el 4-2 definitivo a Balboa, que se ha sumado a una fiesta en la que en los minutos finales ha brillado el coreado Iker Casillas, que ha colaborado eficazmente en el triunfo del equipo de Schuster. Que lidera en España y en Europa.

Arbitro: Tom Henning Oevreboe (Noruega). Expulsó, por roja directa, a Torosidis (m.13). Mostró cartulinas amarillas a Michel Salgado (m.29) y Robinho (m.74); y a los visitantes Djordjevic (m.52), Patsazoglou (m.70), Galletti (m.75)