Carocas con motivo del Corpus en la plaza de BibRambla de Granada
Carocas con motivo del Corpus en la plaza de BibRambla de Granada
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La «malafollá» triunfa en Internet

La web MFgranaína deja cada día mensajes cargados de sarcasmo en sus redes sociales pero también otros de verdadero amor a la ciudad de la Alhambra

GRANADA Actualizado: Guardar
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A la «malafollá granaína» le dedicó un libro el escritor José G. Ladrón de Guevara que la definió como «una suerte de mala hostia gratuita que los granadinos repartimos sin ton ni son a todo aquel que nos rodea y que, en ningún caso, denota mal carácter, ni mala educación, ni animadversión en particular por el interlocutor». Tampoco, prosigue la definición, «denota desinterés o apatía en el granaíno».

Para ejemplos prácticos nada mejor que recurrir a la web de MFgranaína, un «movimiento» que nace en Twitter en mayo de 2012 y que hoy cuenta con 74.000 seguidores en esta red social. Con presencia también en Facebook, su logotipo deja leer la expresión «lavín compae» (la Virgen, compadre, para el no iniciado), otro clásico del lenguaje profundo de la capital de la Alhambra.

En sus tuits y fotografías se intercalan mensajes cargados de esta particular forma de ser cargada de seca ironía, cuando no sarcasmo o incluso sano escepticismo, lejos del chiste gracioso, junto con otros de verdadero amor por esta tierra en la que Castilla tardó más en imponerse, pero lo hizo con más intensidad que en otros territorios andaluces.

«Tradicionalmente ha tenido un significado peyorativo y se ha tratado de darle un toque de humor y hacer reír, en estos tiempos, y convertirlo en algo intrínseco al granaíno, despojándole de ese sentido negativo», explica la web MFgranaína en su presentación.

Y para despejar dudas sobre el origen de la expresión, no hay que ser mal pensados. Follar en el diccionario de la Real Academia de la Lengua es «soplar con el fuelle». En las antiguas herrerías granadinas, el aprendiz debía dar el ritmo adecuado al fuelle para que el fuego no perdiera su vigor. Cuando no lo hacía bien, se decía que tenía «malafollá».

Volviendo a la práctica, nada más característica de esta áspera forma de ver el entorno que el concurso de «carocas», quintillas sobre la actualidad granadina, que cada año se organiza con motivo del Corpus. «Microchips implantarán / al obsesivo paciente, / si otros quieren inventar / para la malafollá / faltan chips y sobra gente», decía una en 2008 al respecto.

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