Una trabajadora de una escuela infantil
Una trabajadora de una escuela infantil - ABC
ESCUELAS INFANTILES

«Somos el último mono en Educación»

Titulares de los centros piden que la Junta colabore con las reformas de sus instalaciones

CÓRDOBA Actualizado: Guardar
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La situación en las escuelas infantiles, al menos en el capítulo contable -que es el que, a fin de cuentas, hace que funcione la sala de máquinas-, se ha tornado en «insostenible». Así lo apuntan algunos de los directores consultados por ABC para conocer su opinión y el estado de la habitual maltrecha economía tras conocer que la Junta aún no ha abonado la compensatoria del mes de agosto.

Este concepto, traducido al romano paladino, viene a decir que en sus cuentas corrientes les faltan 1.000 euros por cada una de las unidades que tengan abiertas. Un «agujero» que en no pocas ocasiones asciende a 6.000 o 7.000 euros y al que también habría que añadirle que algunas escuelas infantiles todavía no han ingresado la mensualidad de septiembre, cuando ya estamos prácticamente en noviembre.

Ángela López, directora de Jardinalba, es una de las voces a las que ha accedido este medio de comunicación para conocer la realidad a pie de calle. Ella asegura que lo que ocurre es que empresas como la suya «estamos financiando» al Gobierno autonómico, entre otras cosas porque esta directora, como el resto, adelanta el dinero que luego ha de ingresarle la Junta para pagar la nómina de sus trabajadores.

El caso es que Ángela siente un trato muy desigual hacia los centros concertados de primer ciclo de Infantil. «Nos pagan tarde y no pasa nada. Sin embargo, nosotros tenemos unas normas a las que acogernos y nos arriesgamos a que retiren el concierto si incumplimos alguna de esas normas». Añade a este respecto que «nos exigen que respetemos un calendario laboral, sin puentes ni festivos ni nada».

Deuda «asfixiante»

Otro de los aspectos que no pasa por alto la directora de Jardinalba es que hace cinco años que la Junta no sube la cuota a las escuelas infantiles «pese a que nosotros sí tenemos que pagar más dinero por el alquiler de nuestros locales, nos sube el IPC, el autónomo, la luz y los sueldos de nuestros trabajadores».

Pilar Areales, de Manolo Álvaro, en la zona de Sagunto, es otra de las directoras sondeadas por ABC. Alude a la «asfixia» económica que sufren las escuelas infantiles y pone de manifiesto «las 10 o 12 horas de trabajo diarias que hay que cumplir, y con menos derechos» que en otras líneas de Educación.

Lo resume, con cierto enojo, en que «nos sentimos el último mono en Educación». Sin dar nombres de otros centros, Areales señala que hay escuelas donde lo están pasando bastante mal, sobre todo aquellos que, aparte de soportar la deuda de la Junta, tienen falta de matrículas.

Eso se traduce en falta de fondos económicos para que la escuela funcione, fundamental para pagar nóminas, alquiler de instalaciones, servicios básicos de luz y agua y ese largo listado de abonos mensuales que ha de realizar cualquier empresa.

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