Alejandro Santo Domingo y su prometida, lady Charlotte Wellesley
Alejandro Santo Domingo y su prometida, lady Charlotte Wellesley - CORDON

Las acciones de los Santo Domingo suben como la espuma

Los reyes de la cerveza colombiana han cerrado la tercera transacción más grande en la historia de los negocios. Amasan 16.000 millones

CORRESPONSAL EN BOGOTÁ Actualizado: Guardar
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Este mes Colombia ha sido el epicentro de los grandes negocios internacionales pues la cervecería SABMiller, dueña de Bavaria, fue vendida a AB InBev, la cervecera más grande del planeta. Quien cerró el negocio fue el colombiano Alejandro Santo Domingo, quien además de rico, educado, buen mozo y soltero, demostró con esta operación que tiene olfato y talento. Con este negocio la fortuna familiar se ha convertido en una de las más grandes del mundo: en la lista de millonarios de Bloomberg, queda en el puesto 50 con 16.000 millones de dólares.

Por una razón sencilla. Esta transacción, la tercera más grande en la historia de los negocios, dominará alrededor del 30% del mercado cervecero del planeta lo que, en otras palabras, significa que una de cada tres cervezas que se consumirán en el mundo provendrá de la nueva fusión.

¿Cómo Alejandro Santo Domingo multiplicó los panes? A fin de cuentas en menos de una década los 3.500 millones de dólares que recibió en acciones de SABMiller se convirtieron en 14.500 millones durante la venta a AB InBev. Con sagacidad y conocimiento, sin duda. En los últimos 50 años la familia Santo Domingo, una de las más ricas de Colombia, logró tres fusiones cerveceras. La primera fue la de Águila y Bavaria. Tras esa operación estuvieron Mario Santo Domingo y su hijo Julio Mario. La familia era propietaria de la Cervecería de la Costa y la fusionó con Bavaria a cambio del 12% de las acciones de esta última.

Pero la jugada maestra ocurrió en 2005 cuando Bavaria, que en ese entonces controlaba la industria cervecera de Colombia, Ecuador, Panamá y Perú, se fusionó con SABMiller, la tercera cervecera más grande hasta entonces. La revista «Dinero», especializada en el tema, dio los montos: el negocio se hizo por 7.800 millones de dólares. De ese monto, un poco más de 3.000 millones correspondían al pago de accionistas minoritarios y a la deuda de Bavaria. El resto era de los Santo Domingo, es decir, 3.500 millones de dólares en acciones de SABMiller y el saldo en efectivo.

Por medio de ese intercambio la familia se quedó con el 15,1 por ciento de SABMiller. Luego vendió el 1,2 por ciento de su paquete accionario para diversificar sus inversiones y se quedó con el 13,9% por ciento de la que se había convertido en la segunda cervecera más grande del mundo. Esta fue la semilla que diez años después permitió cerrar el meganegocio cuando se anunció que AB InBev compraba a SABMiller por 106.000 millones de dólares.

Buenos matrimonios

Alejandro, el joven jefe de la familia, está soltero, pero no solo. El empresario está comprometido con lady Charlotte Wellesley, quien además de bella y sencilla, posee una formidable fortuna proapia, ya que es nieta de Arthur Valerian Wellesley, octavo duque de Wellington, uno de los títulos de mayor rango en la aristocracia del Reino Unido. Los enlaces de alto standing son moneda corriente para esta dinastía colombiana.

Los hermanos de Alejandro, Andrés, Tatiana, y Julio Mario II Santo Domingo, han dado el «sí, quiero» a candidatos perfectos. Tatiana, que es diseñadora y la más conocida de la familia, está casada con Andrea Casiraghi, hijo de la Princesa Carolina de Mónaco. Andrés, que es DJ, tiene como esposa a la bella empresaria Lauren Davis, fundadora del exitoso emporio de venta de moda online Moda Operandi, y el pequeño, Julio, que organiza fiestas por todo el mundo y también pincha discos, se ha casado recientemente con la heredera argentina Nieves Zuberbühler.

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