El Gobierno tratará de explicar hoy que «España ya ha cambiado»

El presidente Rajoy presentará este viernes en primera persona los Presupuestos Generales del Estado de 2016. Será una imagen inédita, tanto por la fecha como por el protagonista de este acto, que se adelanta un par de meses en el calendario habitual por el empeño del jefe del Ejecutivo de aprobar las cuentas públicas antes de disolver las Cortes y convocar las elecciones, previstas para final de año. Rajoy quiere ser así el primero en dirigirse a los españoles para explicar los Presupuestos de la recuperación, en los que «empezarán a devolverse los esfuerzos» a los ciudadanos, según subrayan en Moncloa, con guiños especiales a los funcionarios, incluida la primera mejora salarial desde 2009, y con la nueva «ruta social» que se abre en España después de los peores años de la crisis.

Rajoy hará un balance del curso político, y en realidad de una legislatura que está a punto de acabar, y proclamará que en estos casi cuatro años «se ha producido el cambio en España», como lo demuestran los datos de recuperación y creación de empleo.

En la parte positiva del balance, Rajoy situará la economía. En 2014, después de seis años de crisis, la economía volvió a crecer, un 1,4 por ciento. En el primer trimestre de 2015 se ha acelerado al 2,7 por ciento. Hoy, el nivel desempleo es el más bajo desde diciembre de 2011, con un 23,78 por ciento. En junio, el paro ha bajado en 94.727 personas, y la cifra total de desempleados es de 4.120.304, la más baja desde agosto de 2011. La previsión oficial de crecimiento del Gobierno es del 3,3 por ciento, a la cabeza de los países avanzados.

La cara y la cruz

Rajoy sacará pecho con estos datos, que cumplen con el objetivo que se marcó de mejorar las cifras de empleo que había cuando llegó al poder, pero que no han reportado al PP un buen resultado en las dos citas electorales que ha habido este año: las andaluzas y las municipales. En ambas ha sufrido un fuerte retroceso, pese a seguir siendo la fuerza más votada en el conjunto de España.

El tsunami de la corrupción, el desprestigio de la clase política y el populismo que ha surgido al calor del descontento social ha devastado buena parte del escenario político, y de paso la cuota de poder territorial que tenía el PP. En lo que afecta al Ejecutivo, se ha llevado por delante incluso la cabeza de una ministra, la de Sanidad, Ana Mato, por su posible implicación en el caso Gürtel. Rajoy no va a obviar este problema en su balance y defenderá la respuesta que ha dado el Gobierno con «el mayor plan de regeneración» de la democracia. «El Estado se ha fortalecido», destacan fuentes de Moncloa, pese a que siguen saliendo escándalos a la luz que afectan de manera directa al PP, como ocurre con la Operación Púnica.

El primer problema, o peligro para la recuperación, al que se enfrenta el Gobierno es, según Rajoy, la situación en Cataluña. A pocos días de la convocatoria oficial de las elecciones autonómicas del 27-S, el presidente insistirá hoy en su mensaje de firmeza y de defensa de la ley como respuesta al desafío independentista. No obstante, no han faltado las críticas a la tibieza del Gobierno a la hora de hacer frente el 9-N. Pese al fracaso del referéndum, la imagen de muchos catalanes votando por la independencia en las urnas que colocó la Generalitat resultó letal. El proceso judicial contra Mas y algunos de sus consejeros sigue abierto.

Errores en la comunicación

En la parte «oscura» del balance del Gobierno hay que incluir también los errores en la comunicación, reconocidos por Rajoy justo después de las elecciones del 24-M, y el alejamiento de parte de su electorado tradicional, desencantado por algunas de las políticas del Gobierno. La no reforma de la ley del Aborto es uno de los puntos negros del Ejecutivo esta legislatura, y en concreto este curso, cuando las idas y venidas de la nueva ley costaron la cabeza del exministro de Justicia Alberto Ruiz-Gallardón.

En el balance de Rajoy no faltará una mención especial a la lucha contra el terrorismo, y en concreto a la reforma del Código Penal para perseguir y prevenir con más eficacia el yihadismo y nuevos tipos de conducta como los «lobos solitarios».