Cádiz CF

(CRÓNICA) Cádiz CF-La Hoya Lorca (1-1) Más vergüenza que criterio

Los jugadores tiran de casta para empatar con uno menos y salvar un nuevo desastre de Claudio

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Cádiz y La Hoya Lorca pelean por la cuarta plaza.
Cádiz y La Hoya Lorca pelean por la cuarta plaza.

Nuevo empate de un Cádiz CF que hoy ante La Hoya Lorca ha demostrado jugar mejor en inferioridad numérica, con descaro y vergüenza que con un once nuevamente renovado por un Claudio que pierde crédito a medida que avanzan las jornadas y sus jugadores siguen desconociendo quñe demonios les pide cada semana que saltan al verde.

Cuatro cambios, cuatro. Cuatro respecto a la semana pasada en Villanueva de la Serena. Que no son ni muchos, ni pocos, más que nada son los habituales cuando el entrenador se llama Claudio Barragán y le encanta encarar cada partido como de una nueva batalla se tratase. Y claro, pasa lo que pasa. Que al Cádiz CF, como a cualquier otro equipo con tal rompecabezas monta cada siete siete días, le cuesta la vida comenzar desde cero.

No es casual que a los pocos minutos de juego, siempre sea el rival de turno, hoy La Hoya Lorca, el que se encuentre más cómodo, el que mejor está situado, el que sabe que tiene que hacer desde el principio. El Cádiz CF, por el contrario, comienza a experimentar a medida que pasan los minutos. Y así es muy difícil. Dicen que para eso están las pretempordas. Pero el calendario marca febrero, mediados ya y caminito de marzo.

Nada importante había ocurrido sobre el césped hasta que cerca de los diez minutos David Sánchez creó con su izquierda un maravilloso pase a la espalda de los centrales para que Güiza hiciera un perfecto control para bajarla al suelo e intentar cruzar la pelota con su izquierda pero sin la puntería necesaria como para sorprender a Salcedo, que tapó bien al jerezano. Lo peor no fue la ocasión malgastada, lo peor vino cuando Güiza se dirigió al banquillo para decir a Claudio que se había roto, que no podía seguir, que se iba a las duchas. Por él entró, entre un silencio de pasotismo preocupante en la grada, el serbio Despotovic.

Triste y aburrida pasaba la primera mitad, Algunos pitos, murmullos, un clima idóneo para que los Brigadas no tuvieran otra que despertar, sin muchas ganas tampoco, y vitorease algunas cancioncillas de las suyas para tratar de espolear a un Cádiz CF demasiado soso para lo que se jugaba su entrenador.

La Hoya Lorca esperaba en el centro del campo a un Cádiz CF sin ideas en las botas de Servando y Aridane, Tapado David Sánchez y con el tanque Despotovic arriba, el recurso más propicio no era otro que enviar misiles al serbio en la búsqueda de una segunda jugada que tampoco es que fuese la mejor opción.

Así pasaban los minutos y así fue entrando en el partido el brócoli mecánico, que a los diecinueve minutos se adelantaba en el marcador gracias a un gol de estrategia tras un saque de esquina, un remate a placer de Álex Bernal que sacó bajo palos Servando pero que remachó a puerta y de cabeza Francis Ferrón. Carranza explotaba. Gritos de 'Vizcaíno dimisión' y la guerra civil otra vez montada en casa y con un capitán general sin voz ni mando.

Pasados diez minutos del gol, en el campo apenas sucedían cosas de interés. La afición ni se impacientaba, manos en los bolsillo y comentarios desanimados, impotentes y conscientes de que la solución, si es que la hay, pasa por todo menos por Claudio.

El Cádiz CF solo lo intentó con un disparo lejano y de falta de Carlos Calvo que el meta Salcedo sacó con más complicaciones de lo esperado. Pasaba ya le media hora juego y el Cádiz CF nada bueno ofrecía. En un arranque de vergüenza, Fran Machado se aproximó al área murciana para sacar un falta que, tras un cabezazo de Aridane al larguero, quedó invalidada por falta previa.

Pocos o ningunos visos daba el Cádiz CF de remontar el asunto. Para colmo, a Cifuentes le daba por abandonar sus dominios para ser sobrepasado por Carlos Martínez, que fue derribado con el choque con el portero, el rechace le llegó a Francis Ferrón que intentó buscar puerta pero su disparo fue enviado a córner por Servando cuando lo normal hubiera sido que lo hubiera bloqueado Cifuentes. La cómica jugada fue castigada por un público que por no llorar, le dio por reír. Una pena todo.

Los minutos seguían pasando, David Sánchez fue desactivado por la La Hoya Lorca, y el Cádiz CF de Claudio seguía como si nada. No cambiaba nada. No buscaba soluciones. Servando y Aridane seguían mandando balonazos hacia arriba pero ni Salvi, ni Fran Machado ni Carlos Calvo eran los más idóneos para combatir con las torres murcianas.

La llegada al descanso dio por finalizado, de momento, el insufrible juego del Cádiz CF que se estaba dejando ver. Salía el Cádiz CF con los mismos hombres. ¿para qué cambiar?

El caso es que, pese a todo, el Cádiz CF comenzó gozando de una magnífica ocasión después de una buena internada de Salvi con pase a Despotovic, que solo y desde el punto de penalti chuta a puerta para ver como Salcedo le saca una mano prodigiosa para evitar el empate.

De nuevo Salvi volvía a meter la quinta con un centro intencionado al corazón del área que la defensa murciana desvió a córner como pudo. Estas ocasiones animaron un poco al personal y se comenzó a remar en la misma dirección, eso que tanto gusta a los presidentes del Cádiz CF.

Más elaboración

A los siete minutos del segundo tiempo Claudio despierta y se da cuenta de que hay que hacer algo. Y se la juega. Quita a Isaac Nana y mete Lolo Plá para retrasar al mediocentro Fran Machado y ganar en elaboración. Pero lo primero que pasa es un cabezazo de Ferrón que sale ligeramente desviado. Ese ¡uy! da paso al '¡Claudio vete ya!' en la grada, en las cuatro gradas.

Peor se iban a poner las cosas cuando la veteranía, el oficio y la trayectoria de Carlos Calvo salió a relucir cuando soltó un manotazo a Julián Domínguez desde el suelo que le costó la roja.

Cerca estuvo de empatar el Cádiz CF tras un lío en el área de La Hoya Lorca y un zurdazo de Aridane que escupió el larguero de la portería de Salcedo. Loco ya el partido, el brócoli mecánico también pudo sentenciar si Carlos Martínez no dispara al muñeco de Cifuentes en una perfecta contra organizada por los suyos.

El Cádiz CF, en mitad de un ambiente tenso con consignas en la grada contra los jugadores, el entrenador y el presidente, tiró de garra para intentar volver al partido. Así fue como casi empata el partido tras un barullo creado en el área pequeña de Salcedo en el que el balón no quiso entrar en mitad de una maraña de piernas de jugadores de ambos equipos tras el enésimo saque de esquina de David Sánchez.

Con uno menos, el Cádiz CF sacó toda su vergüenza para morir en el intento. Por lograr, el once amarillo logró incluso arrancar algunos aplausos tras conseguir mover el balón con cierta frescura. Los de Claudio, con uno menos, estaban haciendo sus mejores minutos. Presionaban y recuperaron la intensidad desaparecida durante todo el anterior partido. David Sánchez 'reapareció' y el Cádiz CF comenzaba a transmitir a una afición que tenía perdida.

Lolo Plá lo intentó desde lejos pero su balón murió en las manos de Salcedo. Poco después, el emeritense tardó un mundo dentro del área murciana tras bajar bien el balón con el pecho tras un buen pase de David Sánchez pero ya por entonces tenía a los defensas rivales encima suya.

Claudio siguió arriesgando, no le quedaba otra y dejaba la defensa con tres hombres quitando a Andrés y metiendo a Álvaro.

Quedaban veinte minutos por delante y lo cierto es que el Cádiz CF se apoderó del balón y David Sánchez seguía pensando con criterio. En una de sus arrancadas se inventó un pase al hueco y en profundidad a Álvaro García, que casi estropea Lolo Plá en fuera de juego, para que el utrerano empatase el choque batiendo con la izquierda y al palo corto de Salcedo.

El empate no echó hacia atrás a un Cádiz CF infinitamente más valiente y certero con diez que antes con once. Como tocados en su orgullo, los jugadores del Cádiz CF se dejaban todo en cada acción y se tiraron a por la victoria con los ojos tapados. Lolo Plá y Salvi se asociaron a la perfección en la frontal del área pero el sanluqueño tardó una eternidad en acoplar el cuerpo y se robaron la pelota en el momento justo en el que cargaba la pierna para fusilar a Salcedo.

Las fe ciega en una victoria imposible dejaba lagunas en la retaguardia. Los balones perdidos en la medular se convertían en cuchillo y Servando no tuvo otra que detener a un rival para evitar malos mayores. La falta era su segunda amarilla y el Cádiz CF, a diez para el final, se quedaba con nueve.

Obligada por el panorama, La Hoya Lorca avanzó metros para sacudirse la presión del Cádiz CF, que volvió a tenerla con un zurdazo de Despotovic que repelió en felina estirada Salcedo.

Hasta el último momento lo estuvo intentando un Cádiz CF que no supo aprovechar la cantidad de córners de los que llegó a disfrutar y que acabó empatando para cabreo de una afición que espera impaciente que se produzca un cambio de timón para enderezar una nave que no sabe muy bien hacia que mar se dirige.

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