LA (NO) LISTA DE DEL BOSQUE

Resulta que la España futbolística estaba ávida de conocer los planes definitivos de Vicente Del Bosque de cara al Mundial de Brasil y el día en el que estaba previsto conocer la lista definitiva de jugadores, lo que se dio a entender es que el seleccionador tiene más dudas que hace dos semanas y que salga lo que salga finalmente de su cabeza no será ni un plan A ni un plan B, sino más bien un plan C, de Costa (Diego) o si me apuran hasta un plan E, de enigma.

Siempre he alabado las virtudes de Del Bosque para gestionar grupos humanos por encima de estados de forma de determinados jugadores o de críticas feroces por parte de un sector de la prensa. Sin embargo, en esta ocasión me parece que ha caído presa de la Federación y su duelo con Brasil por hacerse con los servicios de Costa.

La mejor generación de futbolistas españoles de la historia, los encargados de encadenar dos Eurocopas e intercalar por el camino un Mundial, no merece sentir que su suerte en la próxima competición depende del concurso de un futbolista sin pedigree internacional y que hasta el momento no parece haberse adaptado al equipo en su única participación .

Diego Costa no es Messi ni Cristiano Ronaldo. Que nadie se engañe. Ni Sergio Ramos ni Iniesta ni Silva tampoco. Sí es cierto que ofrece unas características que permitirían a Del Bosque variar su juego en determinados partidos y ante ciertos rivales más incómodos y expeditivos.

Del Bosque tendría que haber sido más claro y no mantener el suspense a la espera de un amistoso ante Bolivia que solo va a servir para relajar piernas e intentar que nadie se lesione hasta que se incorporen los flamantes finalistas de Champions. Porque ahora resulta que ni están todos los que son ni son todos los que están. Y viendo los últimos resultados, más le valdría dejar las cosas como están.