«El flamenco está huérfano»

«El flamenco ha sufrido y sufre un vacío enorme con las pérdidas de Paco de Lucía y Enrique Morente. Se ha quedado tan huérfano como el jazz cuando Miles Davis murió». Quien así se expresa es uno de los principales difusores del estilo musical más típicamente y profundamente español. Precisamente por eso cobra tanta importancia la sentencia de Javier Limón (Madrid, 1973), artista polifacético y siempre pluriempleado que vuelve a la carga con un nuevo trabajo fruto de esa fusión a la que es tan adicto.

'Dawn' es el título de la coctelera sonora que ha agitado junto a la mexicana Magos Herrera, que tendrá su puesta de largo en Madrid mañana en el Teatro Galileo. A Limón se le nota la burbujeante ilusión ante esta aventura, pero en su mente siguen muy presentes los golpes que el destino ha propinado al duende y al género por él tan querido con la desaparición de dos de dos sus principales referentes. Unas ausencias cuya sombra se proyecta sobre este álbum y que, en cierta medida, viene a intentar suplir. No lo hace emulando a unos genios cuyo arte alcanzó tamañas cotas que tratar de imitarlo no puede más que desembocar en caricatura, sino abriendo al flamenco nuevos caminos por los que discurrir.

«Va a haber tres grupos de músicos: los que se van a quedar anclados en ese pasado y poco a poco se van a diluir, los que van a intentar crecer sin el peso de los grandes maestros y, luego, la generación más interesante, los chavales que tienen, quince, diecisiete o dieciocho años que vienen ya liberados y que son los que realmente van a tomar esas riendas», apunta. «Creo que cantantes de otras músicas, como Magos, Mariza, Avishai Cohen o Richard Bona, son los referentes en los que tienen que mirarse ahora los cantaores, personas que valoran la palabra, la nota y la melodía y que no están tan centrados en el ornamento y en llevar al extremo las posibilidades técnicas», explica el respetado productor y compositor. Limón es profesor de producción y composición flamenca en la prestigiosa universidad de Berklee College of Music.

Por sus sabias manos han pasado artistas de la talla del llorado Paco de Lucía, grandes del jazz como Wynton Marsallis y Alicia Keys, cantantes como Joaquín Sabina, Joan Manuel Serrat, Alejandro Sanz, Concha Buika, Ana Belén, Andrés Calamaro, Luz Casal, o cantaores como Diego El Cigala. «La mezcla es el futuro», defiende Limón, que ha hallado el ingrediente que tanto buscaba en las notas de Magos, una artista que ha conseguido hacerse con un nombre propio dentro de la escena jazzística estadounidense, por lo comín tan esquiva a los extranjeros, y cuya delicadeza sirve de perfecto contrapunto a la guitarra del español.

Clásicos renovados

'Afroblue', 'Skylark', 'Blue in green' de Miles Davis e incluso 'O que tinha de ser', del brasileño Antonio Carlos Jobim, son algunos de los clásicos que adquieren nuevos tonos en la sofisticada voz de Magos Herrera. Junto a ellos, un par de temas inéditos concebidos para la ocasión como el single que da título al disco y 'My love for you', con «una letra maravillosa», según elogia Limón, escrita por la mexicana.

Son doce canciones surgidas de la complicidad entre dos músicos que se admiran y respetan por igual y a través de las cuales vehiculan lo que se propone ser una revolucionaria manera de afrontar el jazz-flamenco. Una innovadora apuesta que consiste, precisamente, en la sencillez conceptual por la que se ha regido tanto su concepción como su desarrollo. «Sólo hay una voz y una guitarra, y que eso sea una revolución debería hacernos reflexionar sobre la posibilidad de que la música haya caído en una sobreornamentación y una sobreproducción gracias a las posibilidades técnicas que se nos brindan», manifiesta un Limón que hace ya mucho tiempo apostó por recorrer terroritos sonos esenciales y poco trillados .

Despojados de tanto arabesco, Limón y Herrera se lanzan a una intensa gira que les llevará a pasear 'Dawn' desde Madrid, por otras grandes capitales musicales del mundo, como París, Londres, Nueva York, San Francisco o Los Ángeles. Estarán también en la grandes citas jazzísticas, como el Montreux Jazz Festival, prueba de fuego para quienes disfrutan improvisando y saben que abrir una puerta a la sorpresa es también dar una oportunidad a la innovación, decrear, como insiste Javier Limón. «Una manera de entender el arte» que lo eleva a nuevas cotas. De asistir, en definitiva, a un nuevo amanecer (Dawn).