Un hombre observa una furgoneta calcinada en Alepo. :: REUTERS
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La ausencia de seguridad retrasa la salida de las armas químicas de Siria

El régimen incumple la fecha de entrega prevista, pero insiste en su compromiso con la destrucción del material

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Los barcos de Noruega y Dinamarca que esperaban en aguas sirias la llegada de las armas químicas para transportarlas fuera del país tuvieron que regresar de vacío a Chipre a la espera de recibir una nueva orden. Después de tres meses de intenso trabajo sobre el terreno, los inspectores de la ONU y la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ) tienen el arsenal prohibido de Bashar el-Asad bajo su control, pero el 31 de diciembre era el día elegido para su salida de Siria y «una serie de factores externos» como la «volátil situación de seguridad» han impedido al régimen cumplir el acuerdo en la fecha prevista, según un comunicado del OPAQ.

El primer ministro sirio, Wael al-Halaqi, afirmó que su Gobierno respetará los compromisos y pidió paciencia porque «el material está siendo recolectado». La jefa de la misión internacional de desarme, Sigrid Kaag, restó importancia al retraso y recordó en una entrevista a la agencia AFP que «esta es una operación compleja que requiere muchos preparativos». Kaag señaló el 30 de junio como la fecha realmente importante porque es para cuando se ha fijado la destrucción total del arsenal.

Un pacto a última hora entre Rusia y Estados Unidos salvó a Siria de un ataque estadounidense en verano. Barack Obama acusó a El-Asad de cruzar la línea roja por el uso de armas químicas contra su propio pueblo y cuando todo parecía listo para una ofensiva Damasco aceptó entregar un arsenal que se compone de mil toneladas de agentes químicos que pueden usarse para elaborar armamento y 290 toneladas de armas ya preparadas.

En los últimos tres meses la OPAQ ha destacado la cooperación del régimen que le ha permitido neutralizar el armamento y sellarlo bajo control internacional. Tras su salida de Siria las armas viajarán en barco hasta Italia donde serán depositadas en un buque estadounidense que se encargará de su destrucción en aguas internacionales por hidrólisis.

Ginebra, en el aire

El pacto entre rusos y estadounidenses fue un primer paso de cara a la conferencia de paz de Ginebra prevista para el 22 de enero. La celebración de la cumbre está en el aire y régimen y oposición se acusan mutuamente de no querer participar en este proceso apadrinado por las dos potencias mundiales. Damasco se queja de que los opositores han sido incapaces hasta el momento de presentar un rostro unificado de cara a la negociación y la oposición denuncia la campaña de ataques aéreos contra Alepo, que ha dejado más de quinientos muertos en las últimas dos semanas y exigen el fin de la ofensiva para sentarse a la mesa.

El primer día del año hubo al menos veinte muertos en un nuevo bombardeo del régimen contra el barrio alepino de Al-Sakari, según informó el Observatorio Sirio de Derechos Humanos. Este organismo, con sede en Londres, realizó el balance de los tres años de guerra y elevó a 130.433 el número de muertos, entre ellos, 46.266 civiles.