MUNDO

El-Asad confía en la victoria de su Ejército frente a los «terroristas»

El presidente reaparece en público para visitar a sus soldados con motivo del 68 aniversario de las Fuerzas Armadas y elogiar su resistencia

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Un año y medio después, Bashar el-Asad volvió a visitar a sus tropas sobre el terreno. Según las imágenes de la agencia Sana, el presidente sirio cambió el barrio de Bab Amr, en Homs, por Daraya, localidad próxima a Damasco donde durante meses se han registrado violentos enfrentamientos, un lugar clave debido a su proximidad a la carretera que llega de Beirut, la última ruta segura que le queda a la capital. El de ayer fue un gesto enmarcado en los actos del 68 aniversario de las Fuerzas Armadas, para los que el jefe del Estado preparó un discurso difundido por los medios oficiales. El mandatario alabó la labor de sus soldados en la «lucha contra el terrorismo», ya que «si no estuviéramos convencidos de la victoria no habríamos tenido esta resistencia y esta capacidad de seguir adelante después de más de dos años de agresión».

En las imágenes se puede ver a un El-Asad -que también estrena cuenta en la red social fotográfica Instagram- de traje oscuro y camisa blanca estrechando la mano a unos soldados que se encuentran en una zona con edificios destruidos de fondo. «Habéis asombrado a todo el mundo con vuestra resistencia y capacidad de hacer fáciles las dificultades y con la consecución de logros en una guerra muy feroz y caótica», apuntó el presidente. El ministro de Defensa, comandante Fahad Jassem Fareej, también celebró este aniversario con un discurso en el que recordó que «Siria está librando una lucha no solo contra el terrorismo y los terroristas, sino que se está enfrentando a regímenes árabes y regionales, y combatiendo al terrorismo en nombre de todo el mundo».

Después de la toma a comienzos de junio de Qusair, localidad en plena frontera con Líbano e importante para el suministro de armas y paso de milicianos de la oposición, el Ejército centró sus esfuerzos en Homs, donde ayer se produjo una enorme explosión que costó la vida al menos a 40 personas tras el ataque de los rebeldes a un polvorín militar. Los militares anunciaron también la «liberación» el lunes del distrito de Jalidiya, pero la lucha por el control de la ciudad más importante del centro del país sigue abierta y en ella, a diferencia de Qusair, El-Asad no parece contar con el fuerte despliegue de hombres de la milicia chií Hezbolá, centrados en el dominio de la frontera y de santuarios chiíes.

Desde la captura de Qusair apenas se celebran funerales de milicianos del Partido de Dios, la forma de medir el nivel de implicación del grupo en los combates para la prensa libanesa. Los anuncios por parte de la Unión Europea y de Estados Unidos del levantamiento de los embargos de venta de armas a los enemigos del régimen tampoco se han traducido de momento en avances sobre el terreno, y son las Fuerzas Armadas las que suman victorias puntuales, aunque lejos de hacerse con el control de la situación.

La guerra ha costado la vida a más de 100.000 personas, según los datos recopilados por la ONU. La fecha de la anunciada Conferencia de Ginebra para sentar en la misma mesa al régimen de El-Asad y a la oposición no termina de concretarse y ambos bandos intentan entretanto golpear lo más duro que pueden para llegar fuertes a esa cita impulsada por rusos y estadounidenses.