Apuntes

La esperanza económica

El aumento de las ventas en el extranjero es un dato muy positivo para la economía gaditana pero su evolución depende del estado financiero mundial

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Pocos datos económicos, desde el análisis de las grandes cifras a la contabilidad doméstica de los hogares, invitan al optimismo en la actual situación de crisis financiera. Tanto el Gobierno central como la Junta coinciden en agarrarse a los indicadores de luz verde que ofrece la economía española para insuflar un poco de ánimo en los ciudadanos y confianza en los inversores. Entre esas pocas alegrías de las que se pueden tirar están las exportaciones que, junto al turismo, son los dos motores que no se han gripado. A nivel provincial, las ventas en el exterior están creciendo paulatinamente y esto está animando a las empresas locales a internacionalizar su actividad para compensar así la caída del mercado interior. Ese movimiento de mirar más hacia fuera puede generar también una nueva imagen de una provincia, lastrada por el paro, que sin embargo lleva diez años liderando la estadística andaluza como la zona con mayor vocación exportadora.

Pero de esta depresión no se sale sólo a base de comercializar en el extranjero, sobre todo porque la evolución de las exportaciones depende del estado financiero de los mercados que compran productos Made in Cádiz. Y la recesión ya no es sólo un problema de los países mediterráneos. La cangrena financiera está subiendo poco a poco hacia el norte y la primera consecuencia es la reducción del consumo, de pedidos, de suministros a las empresas. Quizás ahora que los temores comienzan a llegar a la Europa de los más ricos, aquellos que rigen nuestros designios se empiecen a dar cuenta que la globalización obliga a no dejar a nadie en la cuneta. Un ejemplo: ese pequeño país, llamado Chipre.?