Torres Baena llega a la Audiencia para escuchar la sentencia. :: EFE
ESPAÑA

El tribunal impone penas centenarias para los implicados en el 'caso Kárate'

Condena a Torres Baena a 302 años de cárcel por comportarse como un «depredador sexual» sin importarle «la edad o el sexo» de los menores

LAS PALMAS. Actualizado: Guardar
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La Audiencia de Las Palmas concluyó el 'caso Kárate' con penas centenarias para tres de los cuatro acusados en el mayor juicio por pederastia celebrado en España. A los tres condenados, la sala sexta de la Audiencia impuso el máximo castigo por los hechos que cometieron, de manera que el principal acusado, Fernando Torres Baena, deberá cumplir 302 años de prisión; su actual mujer y monitora, María José González, 148, y la también profesora de artes marciales Ivonne González, 126 años. El cuarto acusado, el monitor Juan Luis Benítez, que se enfrentaba a condenas de hasta 20 años de prisión, quedó absuelto.

La sentencia contó con el voto particular del presidente de la sala, Emilio Moya, quien suscribe todo su contenido salvo la absolución de Juan Luis Benítez por entender que también existen suficientes pruebas para condenarle por tres delitos continuados de abusos sexuales a tres menores que fueron alumnas suyas y por los que él hubiera impuesto una condena de 20 años.

«Un plan preconcebido»

El tribunal consideró culpables de múltiples delitos de abusos a los tres condenados en este caso, que la propia sentencia define como una sucesión de «megaabusos», «sin precedentes en la historia jurisprudencial del país»: medio centenar de personas sometidas «a relaciones sexuales indiscriminadas», sin importar «la edad o el sexo», durante cerca de 20 años.

La Audiencia de Las Palmas entiende que Torres Baena se comportó con los alumnos de su academia de artes marciales como «un depredador sexual» y organizó con ellos «auténticas orgías» creando así una «cuasi secta sexual».

La sentencia resalta que el principal condenado, excampeón nacional de kárate, se aprovechó de su «condición de héroe deportivo» y de su «ascendencia emocional» sobre sus alumnos, muchos de ellos menores de edad, para «doblegar su voluntad» y satisfacer con ellos sus «deseos lúbricos».

El tribunal entiende que Torres Baena, su esposa e Ivonne González siguieron un «plan preconcebido» para abusar de un grupo de alumnos, a los que presentaban como «los elegidos» e invitaban a ir los fines de semana a un chalé excampeón nacional, donde ocurrieron la mayoría de los abusos.

Los procesados generaban «miedo y respeto» sobre sus alumnos, a los que «abroncaban» y obligaban a «entrenar horas y horas» si se negaban a mantener relaciones sexuales. Torres Baena, relata la sentencia, captaba a sus víctimas «desde muy temprana edad» y las instruía sobre cómo «la práctica del sexo en el más amplio sentido de la palabra», con todo tipo de prácticas, heterosexuales, homosexuales o en grupo, «mejoraría su vida» y les haría «mejores luchadores». Para el tribunal, el daño sufrido por las víctimas es «difícil o imposible de reparar», pues todos ellos perdieron su libertad sexual y su honor.

Algunas no han vuelto a tener parejas o a mantener relaciones sexuales y siguen traumatizadas, según señaló en la lectura del fallo uno de los magistrados del caso, quien explicó que por ello se exige a los tres acusados que paguen a cada una de sus víctimas cantidades que oscilan entre los 50.000 y 10.000 euros. El abogado de Torres Baena ya anunció que recurrirá la sentencia y dijo que se cliente se encuentra «mal porque no puede aceptar la condena».