ANDALUCÍA

Un ertzaina en la corte de Griñán

El consejero Emilio de Llera conoció al que era director de la Ertzaintza con Patxi López través de una plataforma de internet José Antonio Varela, vasco pero hijo de andaluz, es el primer policía en dirigir Interior

SEVILLA. Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Cuando el Consejo de Gobierno aprobó a mediados de diciembre el nombramiento de José Antonio Varela (San Sebastián, 1959), hasta entonces director de la policía vasca, como director general de Interior, Emergencias y Protección de la Consejería de Justicia e Interior, hubo críticas de la oposición, de juristas e incluso Izquierda Unida, socio del PSOE en el Gobierno, calificó de «desacertado» el fichaje. El nombramiento del que iba a ser el primer policía al frente de la dirección general de Interior se convirtió por unos días en polémica.

Varela encajó las críticas con deportividad. No por algo jugó de portero en su juventud. Pero ha tenido una escuela más dura para encajar golpes. Varela es un ertxaina, un policía vasco, que ha vivido en primera línea la terrible lacra del terrorismo en el País Vasco de los últimos 30 años. La razón por la que se le acogió con recelo no es esta, la de un policía vasco al frente de la policía autonómica de Andalucía, sino por un episodio ocurrido en su última etapa como director operativo de la Ertzaintza: La muerte de Íñigo Cabacas, de 28 años y aficionado del Athletic de Bilbao, por un pelotazo de goma de un ertzaina. El suceso ocurrió tras un partido del Athletic contra el Schalke 04 alemán el pasado 5 de abril. Cuando ocurrió la muerte, Varela estaba de vacaciones, pero las críticas le llovieron por la tardanza de explicaciones y la no identificación del autor. Él achaca la polémica a intereses partidistas y personales y recuerda que cuando hay una investigación judicial, no puede haber otra en paralelo. No da nombres, pero todavía se enerva ante el recuerdo de aquellos días que ensombrecieron una brillante trayectoria de este vasco de padre andaluz.

Padre andaluz

Un padre que nació en Trebujena (Cádiz) y se marchó al País Vasco para trabajar como electricista en los altos hornos y que luego tuvo un taller de radio y televisión. Al joven Toño, como le llaman los amigos, le iba a resultar fácil encontrar trabajo en casa, pero prefirió otros derroteros. Por lo pronto no estudió electricidad, sino Química en un instituto de formación profesional. Tampoco iría a trabajar como técnico en un laboratorio. En 1982 comenzaron las pruebas para la creación de la policía vasca. Varela se presentó a la primera promoción de la Ertzaintza, de la que salió como suboficial. En todos sus destinos, casi siempre en áreas de tráfico, fue subiendo hasta llegar a comisario y luego intendente, grado al que ascendió como número 1 del escalafón y que solo desempeñan diez personas en la policía vasca. Este último ascenso también lo consiguió con el PNV.

En 2009 le llama Rodolfo Ares, el exconsejero socialista de Interior, para hacerse cargo de la Ertaintza en el Gobierno de Patxi López. Fue el primer policía sin relación con el PNV que accedía al mando de la Ertzaintza, lo que le granjeó no pocos recelos. Periodistas vascos que le han conocido estos años admiten que tuvo que lidiar un toro difícil al asumir un mando tradicionalmente llevado por nacionalistas. Le salvó en parte un talante de hombre tranquilo y bonachón, cuentan.

No conocía a Ares de nada ni tampoco tenía vinculación con el PSOE cuando accedió a la jefatura de la policía vasca, pero sí conocía al consejero andaluz de Justicia, Emilio de Llera, cuando aceptó hacer las maletas y venir a trabajar a Andalucía.

Contrariamente a lo que ha difundido el PP de que es un fichaje de Griñán cedido por Patxi López, la llegada de Varela a la Junta se debe al consejero. Emilio de Llera, fiscal de profesión, conoció a Varela hace años y ambos participaban en una plataforma on line, Siapol, sobre procedimientos y formación policial. Varela es licenciado en Derecho y estudia Psicología. Ambos trabajaron juntos en un proyecto de la editorial navarra Aranzadi. Se cayeron bien, cuentan cercanos. Incluso se consideran amigos.

Preparación académica

De Llera creyó que Varela tenía el perfil adecuado para dotar de mejor orientación a la policía autonómica, cooperar con la local y colocarse al mando del servicio de emergencias, entre otros asuntos que ahora lleva. El curriculum del policía vasco apabulla. No solo por su preparación académica -también estudia Psicología-, sino por la experiencia en sus distintos destinos en el País Vasco. Lleva a gala haber participado de forma pionera en los primeros procedimientos policiales que se hicieron en España para prevenir y tratar de forma integral la violencia machista. Además es profesor en la Universidad del País Vasco de Derecho administrativo policial, puesto que ahora se replantea dejar por la dificultad de ir y venir.

Pero Varela ha estado trabajando de policía en una comunidad angustiada por ETA. Sigue impactado tantos años después por el asesinato del que fuera superintendente de la Ertzaintza Carlos Díaz Arcocha en 1984. Siendo jefe de la comisaría de Vitoria, vivió con consternación y de forma directa las muertes del diputado socialista Fernando Buesa y su escolta Jorge Díaz, compañero suyo, en el año 2000. Sigue afectado por la muerte de otros dos policías de tráfico de hace diez años.

El director general de Interior decidió aceptar el cargo que le ofrecía de Llera porque, acabada ETA, deseaba cambiar de aires y darse la oportunidad de hacer algo distinto. Dijo sí dos días antes de que Urkullu asumiera el cargo de lehendakari con la vuelta de los nacionalistas al mando de la Ertzaintza. Le molesta el comentario de un periodista vasco de que los nacionalistas no le iban a dejar ni hacer fotocopias. Recuerda que es intendente, el segundo escalafón. «Quiero profundamente al País Vasco y ahora me estoy enamorando poco a poco de Andalucía», resume a este periódico su estado de ánimo.

Andalucía no le es del todo ajena. Su padre tuvo una casa en el Puerto de Santa María, a la que iban en vacaciones, hasta que murió hace 20 años. A través de la Asociación Internacional de la Policía (IPA), de la que es vicepresidente nacional, conoce a policías de toda España, muchos de Andalucía.

Como antiguo jugador de fútbol sigue conservando la afición, siendo el Athletic y el Barcelona sus equipos. También es aficionado a la astronomía y está empezando a conocer mejor el mundo taurino. Apunta Joselito como favorito. Pero el deporte que más practica es el ajedrez. Siente pasión por este juego árabe.

Ahora le toca mover pieza en Andalucía, al frente de una responsabilidad política sin la tensión ni la presión que hay en el País Vasco. Dice sentirse ilusionado y con numerosos proyectos para sus áreas de responsabilidad.