Economia

El G20 alerta sobre la fragilidad de la recuperación de la economía mundial

Las economías más avanzadas del planeta dan por hecho que no habrá guerra de divisas, aunque no acuerdan nada sobre déficit ni tampoco deuda

MOSCÚ. Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Pese a que han disminuido los riesgos -aunque sin desaparecer totalmente- y se han aliviado las tensiones en los mercados, los ministros de Finanzas y jefes de los bancos centrales del G20 reunidos este fin de semana en Moscú advirtieron ayer que los ritmos de crecimiento de las principales economías mundiales son todavía demasiado débiles. Por lo tanto, la recuperación a nivel global sigue siendo frágil. Esta fue la principal conclusión de la última reunión del G20, organizada por Rusia por vez primera.

«Gracias a las importantes medidas políticas adoptadas en Europa, Estados Unidos y Japón, y a la estabilidad de la economía china, los principales riesgos para la economía mundial han disminuido», reza el comunicado final de la cumbre. Sin embargo, en el texto se señala también que «persisten riesgos importantes y los ritmos de crecimiento de la economía mundial continúan aún siendo demasiado débiles, con niveles de desempleo en algunos países que resultan inaceptablemente altos».

El documento incluye también una cita relativa a Europa instando a «hacer esfuerzos consecuentes para fortalecer la unión económica y monetaria de la zona euro». En cuanto a Estados Unidos y Japón, se les emplaza a «eliminar la incertidumbre a propósito de la situación fiscal».

La llamada guerra de divisas, problema suscitado después de que Japón aplicase una política monetaria expansiva para animar la exportación y con el resultado de una depreciación del yen, también tuvo su reflejo en el comunicado. Los países del G20 se han comprometido a abstenerse de realizar «devaluaciones competitivas» y a evitar «todas las formas de proteccionismo». Tal pronunciamiento obtuvo incluso el respaldo de la directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Christine Lagarde.

Lo cierto es que, pese a los augurios iniciales y a que Rusia -en boca de su ministro de Finanzas, Antón Siluánov- puso el acento en los enormes peligros de una guerra de monedas, que puede degenerar en otra de carácter comercial y económico, al respecto hubo total acuerdo entre los asistentes al encuentro. Así lo constató el propio Siluánov y el titular español de Economía, Luis de Guindos. El primero dijo que «no hubo debate porque teníamos todos las misma postura». Según sus palabras, «el mercado es el que debe decidir las cotizaciones y los bancos centrales no deben intervenir».

De Guindos, por su parte, señaló en rueda de prensa posterior a la reunión que «aquí no hay guerra de divisas (.), sería extremadamente negativa para la economía mundial». A su juicio, «no se puede utilizar el tipo de cambio como instrumento para obtener ventaja regional con respecto a otras zonas geográficas».

En lo que no se pudo lograr acuerdo alguno fue en lo relativo a los niveles de deuda y déficit públicos, ni tampoco sobre la estrategia concreta para lograr la reducción de estos indicadores. Siluánov reconoció que no fue posible llegar a un consenso «aceptable». El ministro ruso llamó la atención sobre el hecho de que «la mayoría de los países no han satisfecho los objetivos de reducir el déficit a la mitad», tal y como se acordó en Toronto a mediados de 2010.

Siluánov lamentó, además, que la situación en relación con la deuda soberana es «alarmante». No obstante, afirmó que Rusia «comparte, a grandes rasgos, las conclusiones del grupo de trabajo en lo que a las obligaciones a corto plazo sobre los indicadores presupuestarios deben asumirse teniendo en cuenta la situación en los diferentes países» En abril se buscará un acuerdo al respecto.

España ya no preocupa

«Ha sido la primera reunión del G20 en la que no he tenido que hacer de 'leader speaker (ponente más frecuente)» o «el que abre el fuego en la exposición», se congratuló ayer Luis de Guindos. El estado de la economía española, los datos del paro y las cotas que llegó a alcanzar la prima de riesgo hicieron que España fuera el centro de atención en los foros internacionales durante meses, pero parece que, al menos en este marco, algo está cambiando.

El hecho de que ya no seamos el centro de atención «es bastante positivo desde el punto de vista de la percepción de la economía española», manifestó el ministro. Dijo también haber hablado del tema con muchos de sus colegas -entre ellos el futuro secretario del Tesoro de EE UU, Jacob Lew, quien aprovechó la cumbre para tomar sus primeros contactos con sus colegas, sobre todo de Europa y Latinoamérica- y le comunicaron que «estaban totalmente de acuerdo con que la tensión se ha ido reducido» en los últimos tiempos.

En cuanto a las últimas recomendaciones de la OCDE sobre la necesidad de vincular en España las prestaciones por paro a la búsqueda efectiva de empleo, el titular de Economía dijo que el Gobierno «las trata con atención», si bien no cree que en este caso «sea algo especial».