Médicos o enfermeras

Cuando Jayne Mansfield decía que los hombres eran criaturas con dos piernas y ocho manos no se refería a Pedro Cavadas. Pero podría. Porque sus dos manos valen por ocho. Y porque es capaz de dar a quien no tiene. Cuando a otros médicos con el futuro del doctor Rosado se les califica de «milagro», los que lo son no se ofenden. Sin embargo, el doctor Cavadas suelta un inocente lugar común y la marea ultracorrectora salta a su yugular. «No creo en la vocación. Dudo mucho que un niño entienda qué es ser médico. Te puede gustar llevar bata blanca o que creas que vas a ganar mucha pasta o que te tirarás a la enfermera, pero conocer profundamente la profesión es imposible». Lo de tirarse a la enfermera no ha gustado. Aceptemos que un hospital no sea, como dice Callie en 'Anatomía de Grey', un instituto con bisturíes. Aceptemos que, de forma oficial, las enfermeras protesten. Pero ofenderse por eso es ofenderse por la existencia del sexo.