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ENTRE CASTILLOS

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La mitología griega llamaba a los solsticios 'puertas'. El de verano que, en el hemisferio norte, se produce alrededor del 21 de junio era conocido como la «puerta de los hombres» frente al de invierno que era llamado la «puerta de los dioses». El día más largo del año siempre ha estado repleto de simbología para las diferentes culturas. Ritos y ceremonias, basados en el efecto purificador del fuego, pretendían prolongar la luz solar más allá de su ocaso declive.

Desde los celtas, pasando por los incas, beréberes, aztecas y todas las culturas que se han desarrollado a orillas del Mediterráneo han mitificado esta fecha cargada de un simbolismo sobrenatural.

Existen lugares donde la tradición dice que ese día el sol en su órbita se sitúa en un punto mágico. El monumento megalítico de Stonehenge es un claro ejemplo de ello. Ese día el astro rey sale atravesando el eje de la pétrea construcción, y en su ocaso atraviesa el eje del Woodhenge, donde se han encontrado miles de huesos de animales y diversos objetos, restos sin duda de fiesta rituales.

No hace falta salir de Cádiz para contemplar ese día un espectáculo sorprendente, asombroso y único cargado de valor alegórico.

Día veintiuno de junio. A las 21 horas 47 minutos. Lugar, balaustrada de La Caleta. Mirando la línea del horizonte, flanqueada por dos Castillos, podremos contemplar una de las puestas de sol más onírica que la naturaleza nos puede brindar. Cielo como paleta de colores, desde la amplia carta de los celestes, pasando por los anaranjados, rosas, lilas y morados. Si somos afortunados, el sol en su ocaso nos puede brindar la oportunidad única de ver el «rayo verde».

La cultura caletera, esa de las 'gargajitos', la del bingo al atardecer, la de la caballa con piriñaca, la de los 'burgaillos', la del puente "Cana", la de las sombrillas multicolores, la de la 'piera cuadrá', la de las sillas de rayas azules, la de las barquillas, la de los romances enamorados de La Viña, ya tiene su momento solsticio. Os espero en La Caleta.