El musical mantiene aún su fecha de estreno para el 14 de junio. :: AP
Sociedad

Spiderman se cae en Broadway

Los accidentes y las pésimas críticas obligan a rediseñar por completo el gran musical sobre el super héroeLos productores han clausurado las sesiones de preestreno que se han exhibido desde enero

NUEVA YORK. Actualizado: Guardar
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Mucho habría que rebuscar en los anales de Broadway para encontrar una obra tan gafada como 'Spiderman: Turn Off The Dark'. Promocionada a bombo y platillo como uno de los grandes hitos escénicos de la década, el musical más caro de la historia va camino de convertirse también en el más polémico, con una ristra de accidentes que ha obligado a retrasar su estreno hasta en seis ocasiones. Un año sobre la fecha prevista si al final logran levantar el telón el próximo 14 de junio, como tienen previsto. Tanto despropósito se ha llevado por delante a algunos actores clave -más de uno con los huesos rotos-, a su flamante directora y, lo que es peor, la credibilidad de un sector de los espectadores y de la crítica.

Aunque el hombre araña sigue vivo, los productores no han tenido más remedio que clausurar las sesiones de preestreno que se han venido exhibiendo a trancas y barrancas desde el pasado mes de enero. En las próximas tres semanas, el nuevo director, Philip William McKinley, afronta la complicada tarea de redefinir por completo el musical, con cambios que afectan a la historia que se desarrolla sobre el escenario, repleta de arriesgados números acrobáticos, así como la partitura musical. Personajes centrales en el guión actual como Aracne, la villana que enamora a Spiderman, sufrirá un drástico recorte en la nueva versión. Los motivos no están claros, si bien su papel parecía estar maldito después de que las dos actrices que la encarnaban resultasen heridas en los ensayos. Primero fue Natalie Mendoza, quien tras una contusión en la cabeza abandonó definitivamente el espectáculo, y después su sustituta, T.V. Carpio, que tuvo que dejarlo temporalmente por haber sufrido una lesión mientras interpretaba una batalla con un compañero.

De los cinco accidentes registrados sobre la lona del Foxwoods Theater el más grave tuvo lugar el pasado 20 de diciembre cuando el actor Christopher Tierney cayó nueve metros desde un andamio y se fracturó el cráneo y varias costillas. Pasó más de dos semanas en cuidados intensivos. Un par de meses antes, otro doble tuvo un accidente en el ensayo y se rompió las dos muñecas. Lo peor para la reputación de la obra es que cada una de estas aparatosas caídas se produjeron en sesiones de preestreno con el teatro repleto de público. Luego darían la vuelta al mundo las imágenes de vídeo grabadas por alguno durante la representación.

Romper moldes

Pero la mala reputación que ha ido creciendo en torno al musical y que ha forzado a sus creadores a redefinir el proyecto no se debe sólo a esos accidentes que empañan la supuesta infalibilidad de todo lo que rodea las aventuras del hombre araña. Como bien recordaba estos días el cantante Paul Simon, no es la primera vez que una producción de gran envergadura naufraga en Broadway en tiempos recientes. «Sus problemas me recuerdan mucho a los que yo tuve con mi obra», comentó al diario 'US Today'. En 1998, la gran estrella de la canción, componente del dúo Simon&Garfunkel, escribió y produjo 'The Capeman', un trabajo inspirado en la accidentada vida de un héroe callejero de origen puertorriqueño que guardaba ciertos paralelismos con 'West Side Story', uno de los hitos del musical. A pesar de contar con un excelente reparto y holgado presupuesto, bajó definitivamente el telón tras solo 68 representaciones y registrar abultadas pérdidas.

En opinión de Simon, lo que precipitó el fracaso de una propuesta tan novedosa como la suya fueron los pases previos al estreno, una tradición en Broadway que suele valer como termómetro para valorar la respuesta del público, pero no exenta de riesgos. Aunque esas representaciones forman parte del proceso de mejoras antes del estreno definitivo, los críticos escriben sus reseñas basados en lo que ven en ellas. Si los despropósitos son demasiados, la losa puede resultar demasiado pesada para atrapar el interés general.