La letra pequeña

Los últimos en enterarse suena a chirigota pero no es mi intención hablar de ella sino de los currantes que no nos enteramos de nada o no queremos enterarnos. Y es que la letra pequeña que formaba el preámbulo ha tomado cuerpo y se deja leer mas fácilmente: Ahora toca productividad asociada al salario, basada en una política muy de moda por los mercados con tendencia a la flexibilidad laboral, desvirtuar trabajo, salarios, y encarecer el puesto de trabajo dando paso a la competividad desleal entre currantes. En definitiva más horas, menos sueldos, más inseguridad laboral..etc

Para llegar a esta conclusión de productividad y salario, habrá que cambiar la mentalidad del pelotazo muy de moda en el argot político y empresarial: un simple frutero o pescadero, carnicero etc puede gozar de un patrimonio que hace 30 años era inimaginable. Si hablamos de emprendedores, pequeños, medianos y grandes empresas banqueros y demás habrá que ver que mentalidad conllevan, si es usurera como defecto o es emprendedora como virtud. No es lo mismo un enriquecimiento personal a un enriquecimiento empresarial, el primero corrompe el segundo crea más puestos de trabajo.

Si vamos con mentalidad patriótica y honesta las empresas funcionaran como una familia pero si surge el alma egoísta y con ello la supervaloración del empresario y compañía estaríamos hablando de represión laboral, social y habría que volver la cabeza muy atrás para ver tiempos mejores. El concepto patria no es solo una bandera, una nación, una idea, es mas profundo, es una sociedad felizmente armonizada en sus espacios mas vitales: trabajo, vivienda, educación, salud.