Europa traslada a la cumbre del G-20 sus diferencias con EE UU

Europa llevará a la cumbre que los líderes del G20 celebran la semana próxima en Seúl las medidas anunciadas esta semana por la reserva Federal norteamericana (Fed), que provocaron críticas no solo en el viejo continente, sino también en los países asiáticos.

«La decisión de 'flexibilización cuantitativa' de la Reserva Federal norteamericana es una cuestión importante que debería ser discutida» en la cumbre de potencias industrializadas y emergentes en Corea del Sur, dijo una fuente, en referencia a los problemas que ya sufren las economías desarrolladas por la depreciación del dólar.

La 'guerra de divisas' ya no solo se refiere a las monedas asiáticas, que muestran fuerte resistencia a una depreciación, sino que también enfrenta a las monedas occidentales a raíz de la fuerte apreciación del euro respecto al dólar norteamericano. Este efecto se vio ligeramente atenuado en la jornada de ayer porque la moneda común europea retrocedió en su canje con el 'billete verde' a raíz del comportamiento mejor de lo previsto que registró el empleo en Estados Unidos. Los inversores aprovecharon para hacerse con rápidas ganancias, consecuencia de la fuerte caída del valor del dólar que ha venido experimentando la divisa norteamericana en las últimas sesiones. El departamento de Trabajo estadounidense, anunció la creación de 151.000 puestos de trabajo en el país, pero reconoció que el desempleo se mantuvo estable en una tasa del 9,6%.

Este movimiento bajista del dólar, considerado coyuntural, no despeja los temores de los países europeos que, con una zigzagueante recuperación, se resienten del efecto de un euro reforzado, que no solo ha repuntado por encima de los 1,40 dólares en las últimas sesiones, sino que ya acumula una revalorización próxima al 20% en lo que va de año. Si la Reserva Federal persevera en su decisión de inyectar cifras multimillonarias para reactivar la economía de Estados Unidos, se desvanecerá la posibilidad de un reequilibrio euro-dólar más ajustado a los fundamentos de ambos países.

Los ministros de Finanzas del G-20 ya se pusieron de acuerdo en la reunión preparatoria en octubre, para «tomar en cuenta» los riesgos que las decisiones de política económica o monetaria adoptadas a nivel nacional podrían tener sobre otros países. Brasil, China y Alemania han salido a criticar de inmediato la decisión de la Fed. Y el ministro alemán de Finanzas, Wolfgang Schauble, aseguró que sus medidas van a plantear «problemas adicionales» al mundo. «Obviamente deseo que los norteamericanos resuelvan rápido y bien sus problemas, pero si miran los éxitos de Alemania, se darán cuenta que no lo lograrán creando más déficit», continuó el ministro conservador. Al inyectar dinero en su economía, la Fed incurre en el riesgo de alimentar la inflación y de una depreciación adicional del dólar con respecto al euro, una mala noticia para Alemania, principal país exportador entre los europeos.