Newley (d), en un partido con el Herbalife. / Blanca Castillo (EL CORREO)
BALONCESTO

Alumbrado fuera y dentro de la cancha

Brad Newley abandonó el hospital en el que su mujer acababa de dar a luz y, tras la «bendición» de su esposa, fue clave en la remontada del Gran Canaria

MADRID Actualizado: Guardar
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Brad Newley se ha convertido en el nuevo ídolo del Herbalife Gran Canaria. Ente aplausos, vítores y felicitaciones, el jugador australiano se presentó por sorpresa el domingo en un Centro Insular de Deportes que se encontraba deprimido hasta ese momento por la derrota que estaba sufriendo su equipo (46-52) frente al UCAM Murcia. Sólo restaban 14 minutos para la finalización del encuentro de la Liga ACB, en el que el alero, en principio, iba a causar baja.

Disfrutando de su hija recién nacida y acompañando a su esposa en el hospital en el que su mujer acababa de dar a luz, Newley recibió un mensaje de Berdi Pérez, el director deportivo del Gran Canaria, en el que le pedía su ayuda para remontar el partido. Después de recibir la «bendición» de su mujer, el australiano no dudó en acudir al rescate de su equipo. Con nueve puntos y tres rebotes se erigió en el jugador más importante, consiguiendo contagiar la energía suficiente al Gran Canaria. Mientras Newley estuvo en pista, su equipo consiguió 29 puntos más que el Murcia y fue arrollador (86-69).

El alero australiano del conjunto insular reconoció que, a pesar de estar apoyando a su mujer, se encontraba preocupado viendo el partido «por la televisión» porque «no iba muy bien», sobre todo tras la lesión del estadounidense Ben Hansbrough. Aclamado y elogiado por todos los que se encontraban presentes en el pabellón canario, al final del encuentro Newley se deshacía en elogios «por el recibimiento y las felicitaciones» de sus compañeros y los aficionados, a los que califica de «increíbles».

Lejos de aceptar el rol de nuevo héroe del Gran Canaria, Newley no duda en otorgarle ese honor a su «mujer» y a su bebé, de quienes está «muy orgulloso». El jugador australiano ya tiene una historia que contarle a Beth Rosa, el nombre de su primera hija, que puede presumir de padre.