Todos los caminos conducen a Platini

Las horas posteriores a la trágica eliminación del Málaga de la ‘Champions’ fueron de rabia e indignación. Toda esa cólera se tradujo este miércoles en más reclamaciones. El club malacitano anunció que presentará una queja formal contra la UEFA por el arbitraje de Thomson. Así lo divulgó Vicente Casado, director general. «Estamos indignados ante otra injusticia, primero en los despachos y ahora en el terreno de juego», recordó en referencia a la sanción que arrastra el club de no poder volver el año que viene a Europa por sus impagos y el desfase en la balanza de gastos.

Es precisamente esa decisión del organismo rector del fútbol europeo la que más enfurece y hace sospechar a todos los estamentos del club. El primero en encender la mecha fue el jeque Al Thami, a través de Twitter: «Esperamos una investigación desde la UEFA para que se compruebe cómo el Málaga ha sido eliminado, que esto no afecte al espíritu del deporte». Aunque bien es cierto que después exageró las consecuencias al equiparar lo sucedido con el racismo. Después le secundaron los pesos pesados del vestuario. Desde Demichelis hasta Joaquín, la mayoría pasó por los diferentes medios para alzar la voz. «Es un robo», manifestó Baptista. «Han ido a por nosotros por ser pequeños», espetó el portuense.

Todos apuntaban con el dedo a una misma persona. Se trata de Platini, al que acusan de manejar los entresijos del fútbol para evitar que una entidad sancionada logre sueños imposible, como ganar la Copa de Europa. Habla quizá más la impotencia que el raciocinio. Sobre todo si se tiene en cuenta que el gol de Eliseu fue en una posición tan antirreglamentaria como el de Santana. Conspiraciones al margen, lo cierto es que en la previa muchos avisaron del peligro que suponía enfrentarse al Borussia en Dortmund con un colegiado casero. Las estadísticas demostraban que el escocés era, quizá, demasiado propenso a favorecer al conjunto local. De los cuatros partidos que ha dirigido esta campaña en la máxima competición continental, solo en una ganó el visitante. Fue el Valencia ante el ‘Bate’. El resto, como aquella eliminatoria entre Milan y Barcelona, fueron victorias de los de casa. Ese matiz era lo que más hacia tener la mosca detrás de la oreja al seguidor blanquiazul.

Ahora, todavía enfurecidos por la forma de caer eliminados, toca levantarse y pensar en la Liga. El problema es de nuevo la mano negra que desde hace un tiempo parece manejar los hilos del destino malagueño. Hasta que el Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS) no se pronuncie sobre la impugnación que presentó el club contra la sentencia, los jugadores parecen haberse olvidado del campeonato doméstico. Pero ese organismo no se manifestará hasta el 31 de mayo, cuando ya haya finalizado la presenta campaña. Los de la Costa del Sol suman solo cinco puntos de los últimos 12 disputados y da la sensación es de que su eliminación puede deprimirles.

Recuerdos tumultuosos

El único que se ve capacitado para remontar esta situación es, como siempre, Manuel Pellegrini. El ingeniero lleva con elegancia hasta la resignación. El martes por la noche también se mostró cariacontecido, a punto de llorar incluso. Pero lo hizo con su templanza habitual. Recordó que no «les habían dejado ganar», para seguir con la particular teoría de la persecución que sufre el Málaga por sus problemas con Hacienda. Es el hombre que mejor sabe lo que es la crueldad del fútbol, toda vez que ya ha vivido sinsabores parecidos con Villarreal y Real Madrid.

A su mente tuvo que llegar, cuando marcó el Dortmund el 3-2 final en fuera de juego, aquel penalti fallado por Riquelme que hubiera supuesto una final. O el balón al palo de Higuaín ante una portería vacía que atisbaba la eliminación en octavos del Real Madrid ante el Lyon. El destino siempre en contra de un chileno que debe levantarse para intentar dar otra lección con una nueva clasificación para Europa. No estará solo el sudamericano. A las seis de la mañana de este miércoles ya hubo 600 aficionados esperando en el aeropuerto a unos campeones de corazón. Ya se sabe. ‘You’ll never walk alone’, en versión andaluza.