VISITA AL TALLER DEL MUSEO DE CERA

Alaska, musa en cera

Tras Del Bosque, la cantante es la próxima incorporación del museo madrileño, que cumple 40 años con más de medio millón de visitantes anuales

MADRID Actualizado: Guardar
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En el taller del Museo de Cera de Madrid, dos artistas en bata blanca trabajan a todo gas para ultimar las nuevas incorporaciones, moviéndose con soltura entre piernas desnudas, dedos huérfanos y cabezas ilustres con el nombre grabado en el borde. Es el tándem formado por la escultora Aída Pérez y José Antonio Soldevilla, el jefe del taller, responsable de la creación de cada figura. Acaban de terminar la figura del seleccionador español Vicente del Bosque, que ya se exhibe junto a Casillas, Iniesta, Villa, el ‘Niño’ Torres y, un poco más a la izquierda, Iñaki Urdangarin, ya de ‘sport’ y sin Familia Real mediante.

Ahora se afanan en dar vida en cera a la cantante Alaska, un proyecto que se truncó hace 24 años y que se hará realidad en unas semanas, cuando comparta espacio junto a uno de sus monstruos favoritos, Frankenstein, ataviada con el sutil vestido con el que Mario Testino la inmortalizó para Vogue. El proceso es complejo y delicado. Una vez tomadas las medidas, Aída se aplica en modelar el rostro en barro lo más fiel posible al original. Después le llega el turno a Jose Antonio, que realiza un molde con silicona líquida. Una vez solidificada, se pasa al molde de escayola y, finalmente, realiza la reproducción en cera, la textura final. Para el cuerpo se usa escayola y se rellena con alambres y un espárrago de hierro que sujetará la figura en su lugar. «Allí quedará por los restos, como si fuera una momia», señala Jose Antonio, un artista curtido en el mundo del cine con decorados de películas como ‘El Cid Campeador’ y que dirige las entrañas del museo desde sus inicios.

Desde que se toman las medidas hasta que la pieza está en el museo, pueden pasar entre dos y tres meses. ¿Lo más complicado? Ser fiel al original, ya que cada nueva figura genera una gran controversia. «Gracias a Dios se parecen», señala Aída; «lo que pasa es que cada persona ve diferente, por eso se enamora de uno y no de todos». La talladora cubana, afincada desde hace décadas en Madrid, está convencida de que la calidad de las copias es buena. «A la gente le encanta criticar y decir que lo de aquí siempre es lo peor, pero he visto los de otros países y todos tienen algún defecto. Aquí, ninguno». En 20 años de trabajo ha firmado 87 figuras, aunque recuerda sobre todas la primera, una impactante representación del fusilamiento del 2 de mayo que preside la entrada junto a la Familia Real.

Una vez dentro, actores, cantantes, políticos y otros personajes ilustres cobran vida en un inquietante recorrido a media luz. Un escenario que atrae a medio millón de visitantes al año e incluso a cineastas como Álex de la Iglesia en busca de atmósferas especiales. El último en rodar allí ha sido Víctor Matellano para ‘Wax’ (Cera), con Geraldine Chaplin, la historia de un hombre que decide pasar una noche solo en un museo de cera lleno de fenómenos extraños.