Mourinho y su tensa relación con Florentino

José Mourinho huye de verse obligado a hablar de su tensa relación con Florentino Pérez. Tras negarse hace tres semanas a acudir a la presentación de una residencia para la cantera en Valdebebas en plena guerra con el técnico del Castilla, Alberto Toril, el portugués también eludió este viernes comparecer en la conferencia de prensa previa al partido contra el Betis. El día después de que se desvelase que Mourinho está indignado porque Florentino ha rechazado las exigencias que reclama hasta que conquiste la ‘décima’, el entrenador y mánager general del Real Madrid volvió a ceder el relevo a Aitor Karanka para dar la cara ante los periodistas y evitar así responder a preguntas incómodas o dar alguna explicación sobre la crisis en la Casa Blanca.

El martes, antes del partido contra el Manchester City, y la noche del miércoles, después del encuentro europeo, compareció ante los medios porque estaba obligado por la UEFA. La jornada de Liga anterior Mourinho podía tener coartada, porque el rival era el Athletic y es su ayudante, que jugó en ambos equipos, el que habitualmente analiza ese encuentro. Sin embargo, la víspera de jugar en Sevilla volvió a desaparecer de la escena, lo que era previsible después de que el malestar de Mourinho con el club haya ido a más porque exige más respaldo de Florentino y se siente solo en su batalla ante los organismos futbolísticos, aparte de estar harto de la prensa. Ello aleja a Mourinho del Real Madrid la próxima temporada, a pesar de que tiene contrato en vigor hasta 2016.

Florentino ha rechazado a Fernando Hierro como portavoz, tal y como deseaba Mourinho, que pretendía recuperar con el exfutbolista malagueño la influencia perdida por el Real Madrid ante la UEFA y la Federación Española. El arbitraje del italiano Gianluca Rocchi, que al parecer se la tenía guardada a Mourinho desde hace dos años, ha sido la última mecha que ha encendido aún más al portugués, que hace un mes, según publicó este viernes el diario ‘El País’, lanzó un órdago a Florentino al presentarle una serie de peticiones denegadas por el presidente. Según este medio, Mourinho insinuó que si no se atendían sus exigencias, este podría ser su último curso en el banquillo blanco. «Hay reportajes y periodistas que no merecen ninguna respuesta», se limitó este viernes a contestar Karanka cuando se le preguntó por dicha información.

Su ironía con la «bonita placa»

El caso es que Mourinho solicitó al presidente el respaldo institucional en su enfrentamiento con Sergio Ramos y Casillas y también en el traspaso de Kaká, además de que desea fichar a un portero que compita con el guardameta madrileño -votado por Vicente del Bosque como el número uno para el Balón de Oro, por delante de Xavi e Iniesta-, y dar la baja a jugadores importantes. También insistió ‘Mou’ en que es precisa una voz autorizada ante las altas instancias que defienda al club cuando se comenten injusticias arbitrales y se pueda recuperar el terreno perdido ante el Barça. Florentino, que piensa en Beckham como embajador mundial, le negó a Hierro a Mourinho, por lo que estima el portugués que está siendo ninguneado por los dirigentes. Así, igual que Cristiano Ronaldo, Mourinho también se siente desprotegido por el club, porque en vez de reforzar su poder de gestión, se le ponen cortapisas ahora que, por el fútbol y los resultados en la ‘Champions’, ha perdido también respaldo de los abonados madridistas. Según ‘El País’, «Florentino maneja encuestas nuevas y los datos reflejan que, sin el apoyo social idóneo, no conviene emprender medidas políticamente tan costosas como las que plantea el mánager».

Por si no había suficiente, Mourinho, aunque la noche del miércoles se mordió la lengua tras el pésimo arbitraje de Rocchi, dio un paso más en su peligrosa relación con la UEFA al agradecer irónicamente la «bonita placa» que le regalaron por alcanzar los 100 partidos en la Liga de Campeones. Karanka quiso arreglarlo este viernes, pero no convenció a nadie. «No fue ninguna ironía. Antes del partido recibió una llamada de un entrenador (aludió a Alex Ferguson, sin citarlo) y le dijo que cuando él cumplió los 100 partidos recibió una placa de la UEFA. El míster (Mourinho) pensó que era una cosa habitual», aseguró el segundo entrenador blanco.