El Ayuntamiento de Ubrique se personará como acusación particular en el caso del parricidio

Haciéndose eco de la indignación de los vecinos y el sentir del pueblo, el Ayuntamiento de Ubrique ha decidido presentarse como acusación popular en el proceso judicial abierto contra Juan Márquez, por el presunto asesinato de sus hijos de 20 y 16 años, Laura y Juan Pablo, la madrugada del pasado domingo al lunes. Así lo ha dado a conocer hoy el regidor de la localidad, Manolo Toro (PP), en una comparecencia ante los medios.

Esta decisión se ha tomado en una Junta de Portavoces en la que todos los representantes políticos han convenido que esta es una forma más de apoyo del pueblo a la familia de los fallecidos. Este anuncio se ha hecho al mismo tiempo que se ha dado a conocer que la acusación particular, representando a la familia materna, la llevará el abogado Estanislao Naranjo Infante, del prestigioso bufete sevillano ‘Hidalgo & Infante & Neira’. Una persona de confianza de la familia y con 25 años de experiencia en cuestiones penales.

El hasta ayer portavoz familiar, Pepe Morales, primo de la madre de los fallecidos, quiso hacer referencia al presunto asesino pero sin nombrarlo, destacando que “Laura y Juan Pablo respetaron y honraron a su padre y por eso están hoy asesinados, de manos que quien nunca los honró, los respetó y los cuidó”. Además, agradeció a todos los ubriqueños y asociaciones el apoyo que mostraron a ambos jóvenes “durante los momento duros que vivieron y a la familia con los que estamos viviendo ahora”, destacando que “por siempre tendremos en el recuerdo la imborrable huella de Laura y Juan Pablo”.

El abogado aseguró que, sin tener la copia exacta de la declaración del detenido ante la jueza y basándose en todo lo que ha aparecido en los medios de comunicación, entiende que la defensa tratará de hacer que salga adelante la hipótesis de que todo fue fruto de un arrebato y que no hubo dolo. No obstante, aseguró que “la familia me ha contratado para pedir la pena máxima que nos permita el Código Penal, exigir que se cumpla conforme al derecho penitenciario y demostrar que esto ha sido un doble asesinato, cosa que no será difícil”.

Naranjo recordó que conoció a Laura en junio de 2013 cuando “la chica apareció en mi despacho para plantearme la situación que vivía con su padre”. Asegura que en ese momento él no percibió miedo por parte de la joven hacia su padre aunque “sí preocupación porque los pudiera echar de su casa”. En este encuentro en el despacho del abogado le planteo que habían dejado de recibir apoyo económico de su progenitor y que “se veía en la obligación de tener que dejar de estudiar en Sevilla porque no podía mantenerse”.

El letrado asegura que emplazó a Laura a un nuevo encuentro después del verano, que no llegó a producirse por tan fatal desenlace, y que “le solicité el número de teléfono del padre para tratar de poner en marcha un acercamiento, cosa que no fue posible porque ni siquiera me respondió a las llamadas”. La principal duda que Laura planteó a Naranjo fue la de la herencia de su madre, fallecida en noviembre de 2013, ya que no había realizado testamento y “la joven quería saber sí su padre podía disponer de la vivienda, como usufructuario, o si ellos tenían derecho a permanecer en la misma”. Además, también le preguntó sobre cómo se podía hacer el reparto de los bienes y disponer de ellos.

Morales quiso mostrar durante su intervención el agradecimiento a los ubriqueños por tantas muestras de “cariño, apoyo y comprensión”, así como a las Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado y Policía Local por “la labor encomiable y diligente que han llevado a cabo y por la pronta captura del asesino confeso de tan atroces crímenes”. Además recalcó que tanto Laura como Juan Pablo fueron “niños modélicos como estudiantes, en la presencia y en las relaciones”, hasta el punto de que “nunca dijeron algo del tipo mi padre es de tal forma o de tal otra”.

El hasta ayer portavoz familiar no quiso hacer mucha referencia a la relación familiar de los jóvenes con su presunto asesino, aunque aseguró que “su madre y sus abuelos, José y Antonia, junto al resto de la familia, fueron capaces de suplir el cariño de su padre y de crear un entorno favorable, afectuoso y cariñoso en el que se criaron”. Reconociendo, no obstante, que la muerte de estos tres pilares, su abuelo, abuela y madre, por este orden, “podría haber hecho que aflorara más la personalidad de su padre”.