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La SEPI se toma su tiempo
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industria naval

La SEPI se toma su tiempo

Día 29/07/2015 - 09.30h

El servicio jurídico necesita dos días para examinar la documentación, aunque todo apunta a que podría dar el visto bueno el jueves a la construcción de dos buques

La dirección de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI), principal accionista de Navantia, decidió ayer aplazar la reunión de su consejo de administración, donde tenía previsto abordar la aprobación del contrato de los petroleros, clave para la reactivación de los astilleros de la Bahía de Cádiz. Los consejeros estaban convocados a mediodía, pero se optó finalmente por retrasar dos días más la cita con el fin de que el servicio jurídico pudiera examinar toda la documentación.

La industria naval de la Bahía de Cádiz está pendiente de esta decisión, ya que aportaría carga de trabajo durante los próximos 23 meses y permitiría la vuelta de Navantia al mercado civil de los petroleros.

El origen de la moratoria tuvo lugar en la celebración de un consejo de Navantia horas antes a la reunión que había convocado la SEPI para debatir el tema. De hecho, no había tiempo material para estudiar las últimas conclusiones de la propuesta de Navantia y emitir un dictamen definitivo el mismo día. Por esta razón, la SEPI decidió aplazar la reunión de su consejo hasta nueva orden y facilitar así a los abogados más tiempo para repasar la documentación.

Este inconveniente no es sinónimo de controversia. Todo apunta a que el jueves se dará luz verde a la obra de solo dos unidades de las seis anunciadas inicialmente. Los cuatro barcos restantes tendrán que esperar hasta que el grupo vasco Ibaizábal, empresa que pilota esta operación, cierre los acuerdos con Cepsa y Repsol sobre la demanda de flota. Es decir, el grupo Ibaizábal, a través de su armador, Ondimar Transportes Marítimos, ha solicitado la construcción de cuatro petroleros con opción a dos más, que serán alquilados por 'leasing' a las empresas Cepsa y Repsol. Ambas petroleras necesitan los barcos para transportar crudo por el canal de Suez, de ahí que los petroleros sean de la serie Suezmax, especiales para navegar por esa zona.

LAVOZ ha podido saber que el consejo de la SEPI podría aprobar la primera fase del contrato, es decir, la construcción de las primeras dos unidades que Ibaizábal ya tiene contratadas con Cepsa y Repsol. El plazo para abordar la segunda fase del contrato estará vigente hasta el 31 de octubre, fecha en la que Ibaizábal deberá concretar con Navantia si ha logrado un nuevo acuerdo con Cepsa y Repsol para arrendar dos petroleros más. De esta forma, se reduce el riesgo del contrato.

La industria naval de la Bahía tiene depositadas sus esperanzas en la firma de este acuerdo, que ha venido precedido de una agria polémica a cuenta de su rentabilidad económica. El pasado marzo, Navantia y el armador del grupo vasco Ibaizábal, Ondimar Transportes Marítimos, firmaron un principio de acuerdo para construir cuatro petroleros con opción a dos más en los astilleros públicos. La planta de Puerto Real sería el epicentro de toda la actividad, mientras que las gallegas de Ferrol y Fene serían complementarias. El 16 de mayo, en plena campaña electoral de las municipales, se firmó el acuerdo y el 30 de junio se selló el contrato a la espera solo de la bendición de la SEPI.

Rentabilidad social

Sin embargo, la tramitación no ha estado exenta de dificultades, ya que se ha cuestionado la viabilidad del mismo por razones técnicas y económicas. España actúa solo como mano de obra mientras que el diseño y los bienes de equipos son aportados por el astillero coreano de Daewoo. La SEPI ha puesto en duda la rentabilidad de este acuerdo, ya que el valor añadido para la industria española es nulo. Además, el margen de beneficio de cada barco es mínimo, lo que llevaría a un negocio en pérdidas en caso de cualquier contratiempo durante su construcción.

Pero el discurso ha cambiado en la última semana y se ha puesto blanco sobre negro. La presión social y política en favor del acuerdo ha llevado a la SEPI a estudiar el contrato con otra óptica y valorar también su rentabilidad social. Los astilleros gaditanos, en especial San Fernando y PuertoReal, llevan tres años sin actividad. El contrato eólico de Iberdrola y la construcción de un BAMpara la Armada Española mantienen a medio gas las factorías gaditanas.

Por tanto, se ha reconsiderado el contrato de los petroleros. Navantia abandonó la construcción gaseros y petroleros hace veinte años, lo que impide ahora acceder a nuevas ofertas. Los astilleros asiáticos son los líderes del sector y quienes dominan la construcción gracias a las patentes que han desarrollado. Por ello, el Gobierno considera conveniente hacer un esfuerzo en favor de este contrato.

El frente político da por hecho el acuerdo. El PP gaditano confía en el sí definitivo de la SEPI. De momento, habrá que esperar dos días más la decisión de la sociedad que se encarga de velar por los intereses de las empresas públicas del país.

El presidente de SEPI, Ramón Aguirre

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