Cazalla huele a mantecado y licor de guindas

Con la llegada del frío y con motivo de las fiestas de Navidad y Año Nuevo, es mucha la gente que se desplaza los fines de semana para disfrutar de los paisajes más naturales, ya que los bosques en esta época del año están preciosos, y pocas cosas hay tan acogedoras como arrimarse a una buena chimenea después de una caminata por el campo o tras un maravilloso banquete con los productos de la tierra.

Cazalla de la Sierra, una visita ineludible

Uno de estos destinos de sierra, uno de los favoritos de muchos en la zona oeste de Andalucía, es Cazalla, en plena Sierra Norte de Sevilla. Aquí uno puede venir a perderse en sus innumerables senderos, a pasear por sus preciosas calles con ese aire a pueblo de siempre, y a comer en sus maravillosos bares y restaurantes, donde disfrutar de los productos propios de la tierra y de la época, con una carne insuperable, sus maravillosas setas, o unos quesos artesanales que quitan el sentido.

Una fábrica de mantecados y otra de licor de guindas

Pero si hay dos sabores que diferencian a Cazalla de la Sierra del resto de pueblos de los alrededores, sobre todo en esta época del año en el que las fiestas navideñas están a la vuelta de la esquina, son el de sus mantecados y el de su famoso licor de guindas. La fábrica de mantecados es una de las sorpresas del pueblo, una antigua fábrica familiar a la que se dedican desde hace tres generaciones la misma familia, y que trabajan de forma artesanal elaborando mantecados, polvorones y alfajores como antiguamente, usando un horno de leña de encina. Lejos de los productos que se comercializan en los centros comerciales, los deliciosos bocados navideños que salen de Mantecados Trigo, conseguirán transportaros a vuestra infancia gracias su sabor. Además se pueden comprar en la propia fábrica, donde se puede ver a los trabajadores cuidando con mimo cada uno de sus productos.

Y para bajar la comida y el postre a base de mantecados, nada mejor que un buen licor, y de esos también saben en Cazalla de la Sierra, ya que aquí se ubica la bodega que elabora el famoso Miura, un licor de guindas que se elabora de forma tradicional siguiendo la receta del antiguo Convento de los Diezmos de Cazalla de la Sierra. Todos estos productos, acompañados de un buen fuego y buena compañía, harán de cualquier visita a Cazalla de la Sierra un día inolvidable.