Pablo García Mexía, durante la entrevista con este diario
Pablo García Mexía, durante la entrevista con este diario - ÁNGEL DE ANTONIO
ENTREVISTA

Pablo García Mexía: «Una idea tan bella y exitosa como internet tiene que tener enemigos»

Letrado de las Cortes y colaborador de Ashurst, el jurista digital relata en su nuevo libro, «Internet abierta», la imperiosa necesidad de articular diversas regulaciones y defender, entre otras cosas, la neutralidad en la red, principio básico que rige internet desde sus inicios

MADRID Actualizado: Guardar
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Casado y con cuatro hijos, Pablo García Mexía (Madrid, 1964) es defensor de la neutralidad en la red. Es precepto básico que rige internet desde sus inicios y que contempla que los proveedores de servicios de internet y los gobiernos que regulan internet deberían tratar a todo tráfico de datos que transita por la red por igual. Pero corren malos tiempos para la lírica, puesto que ese principio que parecía firme hasta ahora está soportando diversas embestidas por parte de los reguladores comunitarios y compañías de telecomunicaciones.

Letrado de las Cortes, colaborador de Ashurst y profesor de universidad, este jurista digital lamenta en su nuevo libro, «Internet abierta», que pese a que internet es una «idea tan bella» y «exitosa» también tenía que tener «inevitablemente muchos enemigos».

El ensayo, fruto de la colaboración con el diario ABC, recoge algunos de los acontecimientos que giran en torno a la revolución digital como la economía colaborativa, la privacidad o la ciberseguridad. Un compendio de los retos regulatorios de una Red que considera «nació libre» porque, en su opinión, «está en su ADN». Su defensa: «Todos los contenidos que fluyen por la red, salvo que lógicamente se cometan abusos, deben tener una distinción igual».

Una red abierta y libre

La neutralidad en la red es un «concepto clave» -defiende- que se concibe como un «modo abierto, libre y neutral» en donde no existe discriminación de contenidos, ya que todos deben fluir en idéntica libertad. «Algunos incluso han definido internet como una red tonta en la medida que cualquier contenido debe viajar sin cortapisa alguna», sostiene en declaraciones a este diario. Sin embargo, García Mexía es consciente que pese a que una postura alternativa a ese principio básico por parte de las teleoperadoras «no debiera tolerarse», también es consciente que la normativa europea prevé este tipo de modelos de negocio, amparándose en los «servicios especializados».

«Algunos incluso han definido internet como una red tonta en la medida que cualquier contenido debe viajar sin cortapisa alguna»

En su opinión, la normativa europea es «muy permisiva» con los servicios especializados, por lo que en la actualidad «se ha abierto una brecha que es difícil de controlar». La normativa europea aprobada en 2015 establece un trato diferente para los servicios especiales de las empresas de telecomunicaciones. «Es un callejón demasiado amplio y una herramienta demasiado poderosa en manos de las operadoras para gestionar el ancho de banda de un modo que, a corto plazo, puede beneficiarles a los abonados, pero por ejemplo, en el momento en el que cambien de compañía o proveedores puede acabar perjudicándoles», manifiesta. «Hemos abierto la espita, sin suficiente control, a la posibilidad que se discriminen contenidos y que esa apertura o neutralidad no se entienda tan firme como se ha venido entendiendo», lamenta.

Respecto a una posible gobernanza de internet, un oranismo que regulara a nivel global el uso y la libertad de expresión en la Red, García Mexía cree que es un aspecto conflictivo. «Internet nace sin intervención alguna de gobiernos, más allá de la financiación norteamericana. Esta red que surge entonces se hace al margen de autoridades. Y son solamente las comunidades de ingenieros los que van creando el código. A partir de ahí, pensar en este código que ha hecho posible este milagro que es internet y que tiene un valor incalculable y que forma parte de un mundo consustancial de nuestras vidas deba ser regulado por organismos políticos es innecesario. Porque, precisamente, sin esa intervención internet es hoy lo que es», subraya.

Lucha contra la censura

Sin embargo, ese carácter abierto no existe en otros países como China, donde el acceso a internet está controlado y gestionado por las autoridades gubernamentales. «Algunos hablan incluso de balcanización. Una idea tan bella que ha sido tan exitosa como internet inevitablemente tiene que tener muchos enemigos en tres planos. En primer lugar, el económico y los intentos de crear unos jardines vallados. Luego, el riesgo político en donde surgen culturas diferentes, autoritarias, totalitarias, y los valores democráticos que promovemos en Occidente. Esto es muy difícil de casar», añade.

Sobre los delitos de odio en internet duda si agravar las penas. «Que estemos en la red y que de un modo instantáneo todo este tipo casos lleguen al conocimiento de miles de personas debiera motivar una pena mayor es algo que nos estamos planteando», dice. Este tipo de delitos «se deberían castigar pero como se castigaría si estuviéramos fuera de las redes».

Ciberseguridad como cuestión vital

En su opinión, la cibersecuridad es «una cuestión de vida o muerte» dado que es la variedad delictiva que más aumenta desde hace diez años. «Ningún otro delito aumenta con esta rapidez. Es impactante saber que el ciberdelito mueve más dinero que el narcotráfico», insiste. García Mexía cree que es una cuestión preocupante porque la sociedad en su conjunto se juega incluso la vida, el calor el invierno o el agua ante los potenciales riesgos de ciberataques a infraestructuras críticas. Sin embargo, lo considera «una responsabilidad colectiva» más allá del esfuerzo de los gobiernos y empresas de seguridad.

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