La Guardia Civil arresta a un británico en Murcia por haber estrangulado a su mujer

Agentes de la Guardia Civil de Murcia, adscritos al puesto de Mazarrón, han detenido hoy a un ciudadano británico que ha confesado haber matado a su esposa y ha explicado que ella misma le pidió que lo hiciera para poner fin a los dolores de espalda que sufría.

Según ha informado hoy la delegación del Gobierno en un comunicado, sobre las 9:45 horas la Guardia Civil de la citada localidad tuvo conocimiento del hallazgo, en un domicilio de la urbanización Camposol, del cadáver de una mujer. Al lugar se desplazó una dotación de este cuerpo que comprobó la presencia del cadáver de la fallecida sentado en una silla y con claros síntomas de haber sido estrangulada, lo que fue confirmado por el médico del 061. Los agentes encontraron en el lugar de los hechos al marido de la fallecida, a quien prestaba en ese momento los primeros auxilios la dotación de una ambulancia del 061, ya que presentaba síntomas de intoxicación por inhalación de gas butano. La víctima, según los vecinos del matrimonio británico, tenía unos 70 años de edad, mientras que la del esposo estaría en torno a los 65 años.

Según la Delegación del Gobierno, como resultado de gestiones llevadas a cabo con un familiar del matrimonio británico los agentes averiguaron que tanto la fallecida como su marido se encontraban enfermos y que ambos podían haber llegado a un acuerdo para poner fin a sus vidas. Esta versión fue posteriormente confirmada por el esposo de la víctima, quien, de forma voluntaria, confesó la autoría de los hechos y aseguró que su mujer le había pedido que lo hiciera al "no poder soportar los fuertes dolores de espalda que sufría desde hace tiempo". Hasta el lugar de los hechos se desplazó también una unidad de bomberos del parque de Mazarrón, pues en el interior de la vivienda había un fuerte olor a gas, lo que obligó al desalojo temporal de las casas colindantes.

El suceso ha causado conmoción entre el vecindario del matrimonio en la urbanización, donde varias personas explicaron que "no discutían", que se llevaban bien y que eran "muy buena gente". Vecinos del adosado en el que fue hallado esta mañana el cadáver de la anciana comentaron que el matrimonio lleva viviendo en esta urbanización, en la que reside una colonia de británicos, desde hace siete años, pero que desde hacía cinco años ella no salía del hogar por una grave enfermedad que padecía. Agregaron los vecinos que el hombre estaba "deprimido últimamente" por los dolores que padecía su esposa, a lo que se sumaba el hecho de que él mismo sufría del corazón.

La vivienda estaba en venta desde hacía tres meses, ya que, según los vecinos, la pareja quería regresar al Reino Unido para volver a residir en su tierra de origen. La casa se encuentra situada en la parte antigua de la urbanización justo al lado del centro comercial, en el lugar más transitado de este complejo, en el que apenas viven ciudadanos españoles, y donde la mayoría de los residentes son jubilados del norte de Europa.