Un cadista más en la grada

Ayer en Carranza estaban el pasado y el futuro de la banda derecha del Cádiz. Por un lado, el flamante fichaje Luciano Vella. El argentino lo vio en el palco de autoridades. Por otro, Jesús Velázquez. El canterano prefirió verlo en la grada de tribuna escondido entre la multitud bajo un gorrito de lana. Allí, junto a Mari Carmen, su mujer, disfrutó como un niño celebrando el gol de su fiel amigo Raúl López. «He dado un salto enorme con el golazo de Raúl», comentó a este medio tras el partido.

Sigue igual que siempre. No esconde el forofo que lleva dentro y como jugador lleva el nervio dentro. Jesuli, como ayer volvieron a llamarle sus ex compañeros en el vestuario, vivió intensamente el partido acompañado de su mujer. Lástima que el frío fuera obstáculo para llevarse a Carranza a su hija pequeña. «La teníamos hasta vestida del Cádiz pero por el frío preferimos dejarla en casa».

El canterano confesaba haber sentido los mismos nervios que cuando defendía los colores del Cádiz momentos antes del partido. Sobre todo, porque el defensa -que estará en Cádiz toda esta semana- estuvo en el vestuario dos horas antes del partido debido a que Lorenzo Buenaventura está tratándole de la lesión que le apartado de la competición en Segunda con el Lorca. «Me he sentido muy extraño viendo a mis compañeros entrar en el vestuario mientras me saludaban», comentaba. Tan extraño se sintió que a punto «he estado de calzarme las botas y salir a jugar con ellos», bromeaba preso de la envidia sana.

De Vella conoce algo gracias a las fotos de la boda de Pavoni. «Recuerdo que Matías me decía que era un buen jugador», comenta de su nuevo rival en la demarcación donde juega como cedido en el Lorca.