MONTIEL DE ARNÁIZ - OPINIÓN

El Ché de La Viña

Temo que el «apocadizsis» se produzca cualquier día, puesto que los que abanderaron el cambio político en San Juan de Dios parecen alzarse contra sus líderes y contra sus opositores

MONTIEL DE ARNÁIZ
CÁDIZ Actualizado: Guardar
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El jueves recordé en 8TV uno de mis relatos de «Bulerías Nazis», titulado «Apocadizsis». En ese oscuro cuento sobre un asesino hablaba de Kichi antes de que Kichi hubiera nacido en nuestro entendimiento. No es que JMG sea un sociópata que acuchille a una alcaldesa rubia platino en el Salón de Plenos, pero encabezó un proceso del cambio que arrebató el bastón de mando municipal a un PP arrastrado por la marea de la corrupción nacional y el autobombo local (todo ello aderezado con un par de gotitas de agua de Loreto). En mi relato, el psicópata lleva el sobrenombre del «Ché de la Caleta» y encabeza una violenta rebelión de sans-culottes que tiñe de sangre Puerta Tierra.

Las últimas sesiones plenarias están siendo virulentas.

Ya no acude Inmaculada Michinina a pedir dignidad pero sí aparecen antiguos y actuales aliados del «Ché de La Viña» provocando grandes trifulcas antes, durante y después del coito, digo del Pleno. La permisividad no tiene ya cabida en el Ayuntamiento y los municipales hacen más horas extras que los técnicos de Onda Cádiz: las expulsiones, interrupciones y broncas entre los ediles y el público asistente generan gran expectación un viernes de cada mes. La puerta quedó abierta y entra corriente; la de la crítica grosera, la amenaza, el insulto y la coacción de los disconformes y de los que necesitan ayuda, abrigo y alimento para sí y los suyos. Temo que el «apocadizsis» se produzca cualquier día, puesto que los que abanderaron el cambio político en San Juan de Dios parecen alzarse contra sus líderes y contra sus opositores.

Del mail cruel enviado a José María González pasamos a la amenaza física al líder socialista, Fran González, responsable del ascenso a la Alcaldía del primero y presunto orquestador de una moción de censura que viene llegando desde hace meses a una estación fantasma y soterrada. Ha de marcarse una verdadera línea roja, como ha hecho FG al denunciar al exaltado que le increpó. Si no se actúa con contundencia, cualquiera edil puede ser agredido y un día el acuchillado podría ser el «Ché de La Viña» en vez de la rubia. Y retransmitido en riguroso directo.

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