La Voz

La salud de Pacheco, la política enferma

El que fuera alcalde de la mayor ciudad de la provincia durante dos décadas está en prisión pero se enfrenta a dos nuevos juicios antes de verano

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Si hay un símbolo en la provincia del fenómeno nacional de la corrupción en las instituciones, Pedro Pacheco y Jerez lo encarnan como pocos nombres propios. La ciudad más poblada de la provincia, la de mayor superficie, tiene a un exalcalde en prisión, a otra regidora condenada a la cárcel y a una tercera bajo investigación. Resulta difícil confiar en la casualidad o aferrarse a las teorías conspirativas cuando dos personas que han ocupado el mismo cargo han sido condenadas y están en riesgo de recibir más sentencias, puesto que los casos pendientes aún están en marcha. Pedro Pacheco, que fuera una especie de rey de taifas en Jerez durante los 80 y los 90 es un recluso modelo que mantiene sus hábitos deportivos que le hicieran célebre.

Pero si, afortunadamente, su salud parece libre de sospechas, no puede decirse lo mismo del cargo que ocupó, de la institución que dirigió.

Ayer, el mismo alcalde condenado tuvo que volver al banquillo y en primavera tiene fijado otro juicio. El que fuera alcalde de la localidad gaditana durante más de dos décadas, ahora en la prisión de Puerto III por dos casos de enchufismo, afronta de nuevo cuentas con la Justicia por casos similares. Se trata de adjudicaciones supuestamente caprichosas, presuntamente dirigidas a beneficiar a alguna empresa concreta, incluso a una hermandad jerezana en el Rocío. Al margen de las ambiciones económicas, por demostrar, de las partes, cabe pensar en que Pacheco, como tantos dirigentes de su época, cayó en una espiral de soberbia y vanidad que le hacía caminar por las calles pensando que era capaz de aupar o hundir a cualquiera, de salvar o abandonar a cualquier firma o conocido. Esa, y no otra, es la lección que deben aprender todos los ciudadanos. Los cargos son temporales, el dinero es de todos, cada uno está de paso.

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