La Voz - El Apunte

Kichi pasa el rodillo a la oposición

La aprobación por decreto de los presupuestos municipales evidencia incapacidad de alcanzar acuerdos y, sobre todo, un futuro desolador

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El alcalde de Cádiz, José María González, es preso de sus palabras y rehén de sus actos. Kichi se ha caracterizado desde que asumió el poder en el Consistorio gaditano por vestir su discurso político bajo el manto de la libertad y el diálogo. Se trata de un binomio de fuerza democrática que ha utilizado en numerosas ocasiones para contraatacar al adversario y recriminar a los ediles de la oposición municipal del nulo talante conciliador que muestran con sus acciones y sus desplantes. Sin embargo, Kichi nos ha mostrado la cruz de la moneda. Su discurso, una vez más, hace aguas. El debate de los presupuestos locales de 2016 ha sido un verdadero fiasco y un auténtico fracaso. El equipo de Gobierno ha sido incapaz de generar un consenso para poder aprobarlos con un mínimo de apoyo político.

Al final, el alcalde ha tirado por la calle de enmedio y ha hecho uso de la ley para aprobarlos en solitario sin contar con el beneplácito de nadie, ni siquiera de los cinco ediles del PSOE que lo sentaron en el sillón de la Alcaldía.

Mucho presumir de vocación de diálogo para luego aprobar unas cuentas por decreto. No valen excusas. El alcalde y su concejal de Hacienda, David Navarro, aseguran que han hecho todo lo que estaba en su mano para lograr el acuerdo, pero ha sido infructuoso. Esta decisión pone de nuevo en entredicho la gestión del regidor al frente de la casa consistorial y revela que el rodillo, tan criticado antes cuando lo utilizaba el PP con su mayoría absoluta, es ahora la herramienta perfecta que emplea el alcalde para aprobar unas decisiones que no tienen respaldo alguno. La aprobación de las cuentas que ha eleborado el nuevo equipo de Gobieno local son irreales. La oposición en bloque ha llamado la atención sobre varias partidas de ingresos que están en el aire y que, sin embargo, están contabilizadas como reales. La oposición recurrirá las cuentas y lo que es más grave aún, la ciudad seguirá paralizada. Las expectativas de futuro con unas cuentas cuestionadas por una oposición que es mayoritaria en número de ediles presagian un final traumático.

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