La Voz de Cádiz

Conflicto de intereses

Los chiringuitos reclaman más espacio y los bares y restaurantes del Paseo Marítimo, en Cádiz, denuncian agravio

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La guerra abierta entre los chiringuitos de Cádiz y los bares y restaurantes que se reparten entre el Paseo Marítimo y Cortadura obedece a un conflicto de intereses donde cada uno trata de barrer para casa. Los empresarios de los locales de playa quieren ejercer su derecho de ampliar hasta el límite las instalaciones y ahora acaban de solicitar más ocupación de suelo para ubicar una terraza hasta lograr los 270 metros. El negocio de los chiringuitos está en alza y se ha demostrado que su apertura durante el invierno -hubo ciertas reticencias a ello- es una buena fuente de ingresos. Sin embargo, su presencia o, al menos, su forma de actuar no convence a los dueños de bares y restaurantes de la zona, que han visto como la irrupción de estos locales les empieza a restar clientela.

No cabe duda que a más oferta más división de clientes.

La polémica ha surgido cuando los bares y restaurantes del Paseo, hartos de tantas concesiones a los chiringuitos, han puesto el grito en el cielo contra esta nueva autorización. Los empresarios de estos locales insisten en que el acuerdo o pliego de condiciones que se aprobó en 2015 no recogía, en absoluto, esta ampliación que ahora se solicita. Ante esta situación consideran más que lógico que el Ayuntamiento de Cádiz revoque las concesiones y vuelva a sacar un nuevo pliego y convoque otro concurso público. El verdadero problema radica, sobre todo, en la lupa que fiscaliza a unos y a otros.

La Policía Local es la que se encarga de velar tanto por los horarios como por las terrazas (mesas y sillas) en el casco urbano y la normativa municipal es especialmente severa y rigurosa en este sentido. Sin embargo, denuncian los propietarios de bares y restaurantes, esta severidad no se aplica con los chiringuitos, ya que los agentes locales no tienen competencias sobre ellos. Es decir, quien controla su actividad es Medio Ambiente, que, a juicio de los hosteleros, no actúa con la misma contundencia que la Policía Local. La iniciativa de plantar cara a los chiringuitos ha surgido de un pequeño grupo de empresarios que ha visto como su demanda ha ido calando entre el colectivo. Ayuntamientos como El Puerto, San Roque y Tarifa ya han dado el visto bueno a la ampliación de los chiringuitos. La pelota está en el tejado del Ayuntamiento de Cádiz, aunque los chiringuitos advierten de que la ley está de su parte.

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