Mazda MX-5, un capricho muy divertido

Cuando hace 26 años Mazda presentó el primer MX-5, el constructor japonés buscaba un coche que le diferenciase del resto de fabricantes con un modelo especial, un coche que consiguiese sacarle la sonrisa a sus poseedores.

Y lo consiguió entonces y lo ha vuelto a conseguir ahora, al menos a los que hemos tenido oportunidad de probarlo por las carreteras de los alrededores de Barcelona donde se ha presentado a la prensa especializada de todo el mundo.

Y lo consigue con más tecnología que nunca y con también menos peso, porque se ha conseguido adelgazar según qué versión hasta en 100 kilos. Una barbaridad si tenemos en cuenta que el coche pesa alrededor de los 1090 kilos.

Elegante y tradicional

El nuevo Mazda MX-5 apenas ha cambiado y sigue siendo fácilmente reconocible como un auténtico descapotable de dos plazas y techo de lona manual, pero ha adoptado los códigos de diseño de sus últimos hermanos bajo el paraguas de lo que los diseñadores de la marca denominan el diseño KODO.

Es decir, un diseño que busca el equilibrio entre la tradición y el estilo contemporáneo, con unas líneas amplias y fluidas, qué dejan intuir movimiento aun estando parado.

Lo que si ha cambiado es el espacio del maletero que si antes era pequeño ahora lo es más «sólo 150 litros» pero mejor aprovechado pues se pueden meter dos maletas pequeñas o varias bolsas que aprovechen mejor el espacio. Eso sí, un pero al botón de apertura del mismo, muy bajo, casi escondido y seguramente en días de lluvia muy sucio. Una solución que seguramente viene motivada por no estropear el diseño de la zona trasera.

Del resto del interior un notable como siempre a la posición de conducción casi perfecta en unos asientos deportivos Recaro «del acabado más alto» aunque hay que tener en cuenta que siendo tan “bajito” «para mejorar la dinámica del coche se ha bajado la posición de los asientos 15mm» entrar y salir no será fácil para todo el mundo. Aunque una vez a los mandos o como pasajero, como digo, encontrar la mejor postura es realmente sencillo y se viaja muy cómodo aunque se hagan muchos kilómetros.

Además, siendo un coche tan pequeño todos los mandos se encuentran muy a mano e incluso la capota, que sigue siendo de lona, con algún escorzo se puede abrir o cerrar sin muchos problemas y en apenas unos segundos. Y como detalle clásico sigue manteniendo la palanca del freno muy grande y situada en el lado del pasajero.

Dos mecánicas de las de antes, sin turbo

El nuevo MX-5 está desde ya disponible en los concesionarios de la marca con dos motores posibles y por primera vez en la marca con la combinación de un motor delantero y propulsión trasera con la tecnología Skyactiv, sin turbo, que ya ofrecen sus últimos hermanos.

La primera opción es un 1.5 Skyactiv-G de 131 caballos a 7.000 vueltas que es una delicia y seguramente suficiente para el gran público. Con este motor hemos recorrido muchos kilómetros por sinuosas carreteras a buen ritmo y resulta una delicia. Las velocidades de su caja de cambios manual se engranan con pasmosa facilidad y responde con decisión tanto al pie como a las manos, entrando y saliendo de cuantas curvas nos encontremos con toda la potencia y apoyos que necesitemos. Una delicia qué además apenas ha gastado en los recorridos que hemos hecho una media de 7.6 litros.

El otro motor es un 2.0 también Skyactiv pero con 160 caballos que en carreteras abiertas va más sobrado y parece disponer de más potencia de la que anuncia. La caja de cambios es también manual de seis velocidades y como en el “pequeño” su manejo es perfecto. En este caso el consumo sube algo, hasta los 8.4 litros en nuestro recorrido pero llevándolo alto de vueltas y rápido.

La gama y precios en España

Sobre estos dos motores se va a articular la gama puesta a la venta sobre dos acabados y diferentes packs a precios muy interesantes. Así se puede adquirir un 1.5 Skyactiv-G por 25.000 euros y un 2.0 Skyactiv-D por 27.800. Aunque con las promociones de lanzamiento podríamos comprar un 1.5 Style por 23.800 euros o la versión más equipada del motor de 2 litros, un Luxury pack Sport por 27.987 euros.

La versión básica Style viene de serie con faros Full LED y luces diurnas LED, aire acondicionado, el volante, la palanca del cambio y el freno de mano en cuero, Control de crucero, MZD Connect con pantalla táctil de 7” y mando HMI Commander, botón de arranque en lugar de llave, testigo indicador de presión de los neumáticos y los retrovisores exteriores calefactados y ajustables eléctricos entre otros.

El otro acabado Luxury añade en el motor pequeño acceso inteligente sin llave, sensores de aparcamiento traseros, control de luces de largo alcance (HBC) que cambian solas a cortas, Navegador y un estupendo sistema de sonido Bose con 9 altavoces y en el motor de 2 litros llantas de aleación de 17" en lugar de 16”, el sistema i-Stop & i-Eloop, y una suspensión deportiva Bilstein con un diferencial autoblocante y barra de torsión.

En cuanto a los packs estos pueden por 1.600 euros añadir al básico Style el sistema de alerta de cambio involuntario de carril (LDWS), climatizador automático, tapicería de cuero, sensores de lluvia y luces y radio digital DAB y en el caso del Luxury un diferencial autoblocante y una barra antitorsión y también en el Luxury un pack Sport por ese mismo precio Sistema de iluminación direccional (AFLS), unos comodísimos asientos recaro, el control de ángulo muerto y un detector de tráfico trasero RCTA.

En resumen

El nuevo Mazda MX-5, la cuarta generación, es tan divertida de conducir como lo fue aquella de hace más de un cuarto de siglo y no hay que realizar un desembolso imposible, aunque hay que tener en cuenta que es sólo para dos. Y como rivales desde la marca apuntan al BMW Z4 y el Mercedes SLK pero ambos parten de precios mucho más altos.