Jerez

Eterna espera en el aeropuerto para quedarse en tierra

Cientos de pasajeros muestran su indignación tras sufrir cancelaciones o retrasos en sus vuelos

JEREZ. Actualizado: Guardar
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El caos se apoderó una vez más, entre la madrugada y la tarde de ayer, del Aeropuerto de Jerez. Esta vez incluso se vieron escenas inéditas a causa de la tromba de agua, como pasajeros recién llegados de Madrid que tuvieron que ser transportados en autobuses a sus casas desde la pista de aterrizaje. Quienes habían venido a recoger a sus seres queridos vieron como el aparcamiento, y por tanto sus vehículos privados, quedaban cubiertos por la lluvia. De hecho, muchos no pudieron abandonar las instalaciones de La Parra hasta altas horas de la madrugada del viernes.

La pesadilla para los pasajeros comenzó en la noche del jueves y se alargó hasta el mediodía de ayer, momento en el que una normalidad relativa regresó a las instalaciones de La Parra. En la mañana de ayer, todo eran caras largas. Pasajeros con destino a Viena, Düsseldorf, Madrid o Barcelona aguardaban a que, al menos, algún autobús pudiera llevarlos hacia Sevilla y de ahí poder partir a sus destinos finales.

«Nadie nos ha dado ninguna explicación; me enteré a las seis de la mañana de que mi vuelo, que salía una hora después, se había suspendido», señalaba indignada Verónica de la Flor. Su destino era Praga, haciendo escala en Barajas. La compañía aérea la reubicará en otro vuelo más adelante, pero ella se queja de que ya ha perdido sus vacaciones.

Megáfono en mano

La situación en el Aeropuerto de Jerez, sin corriente eléctrica, era totalmente «tercermundista», como la calificó otro de los viajeros. Varios empleados, megáfono en mano, anunciaban las llegadas de los autobuses con destino al Aeropuerto de San Pablo (Sevilla), dibujando una estampa pocas veces vista en unas instalaciones que aspiran a tener capacidad para tres millones de personas.

Durante la noche y la madrugada anteriores, la situación fue todavía más dantesca. Uno de los trabajadores del servicio de 'handling' del aeropuerto, Andrés Frías, explicó que «el agua llegaba hasta la puerta». Para que los pasajeros pudieran abandonar las instalaciones de La Parra, las propias compañías tuvieron que proporcionar autobuses que los evacuaran desde la propia pista de aterrizaje del aeródromo.

Resignación

«Yo tenía que llegar a Vigo por motivos de negocio, pero una vez en el aeropuerto Iberia me informó, a las ocho de la mañana, de que mi vuelo no podría salir hasta por la tarde», comentaba Manuel, otro de los afectados. Con resignación y estoicismo, manifestaba que «tendré que ir primero en autobús hasta Sevilla; eso si todo va bien y finalmente sale mi vuelo».

A media mañana, cuando la situación parecía realmente insostenible, el ambiente iba calmándose en el aeródromo. Varios pasajeros, previa escala en Sevilla, podrían llegar a sus destinos, aunque más tarde de lo esperado. Otros tantos, sin embargo, sufrieron cancelaciones, y tendrán que conformarse con ser reubicados en futuros vuelos.