Uno de los lujosos coches de Fernando Collor de Mello
Uno de los lujosos coches de Fernando Collor de Mello - Ueslei Marcelino
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La Policía confisca tres coches de lujo al expresidente Collor

El exdirigente vuelve al panorama de la corrupción

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La mansión que fue el principal símbolo de corrupción brasileña en la década de 90, volvió a las páginas policiales esta semana. La policía federal confiscó tres automóviles de lujo, un Porsche, un Lamborghini y una Ferrari roja en la Casa da Dinda (Casa de la madrina en portugués), en Brasilia, donde vive el senador y expresidente de la República, Fernando Collor de Mello, el mismo que renunció al cargo en 1992, presionado por un Impeachment.

Collor, que en 1989 a los 40 años se convirtió en el presidente más joven de Brasil, está volviendo a los titulares de corrupción, como uno de los investigados en la operación Lava Jato (lava coches). El caso reveló hace más de un año un gigantesco esquema de corrupción financiado con fondos de la petrolera estatal Petrobrasy distribuídos entre las principales constructoras del país y políticos de todos los partidos, entre ellos, el oficialista Partido de los Trabajadores (PT) y sus aliados.

La operación contra 53 políticos que tienen foro privilegiado fue ejecutada por 250 policías en siete estados brasileños.

Según la orden de confisco de la Corte Suprema, hay indicios de que estos bienes fueron adquiridos por «práctica criminal». En una carta publicada en su perfil en el Facebook, la defensa del ex presidente criticó la acción que calificó como «exagerada».

El diario Folha de São Paulo, informó que los vehículos confiscados no están en nombre del senador, sino de empresas en la que es socio, y que no constan en su impuesto de renta. Ordenadores, documentos y otros bienes del expresidente fueron confiscados en un piso en Brasilia, y en sus oficinas en el estado de Alagoas, al norte del país.

Furioso con la operación, Collor vociferó en la tribuna del Senado contra la policía y los investigadores, y admitió que los vehículos eran suyos. «El argumento de la operación fue evitar la destrucción de pruebas. ¿Evitar la destrucción de pruebas después de dos años? ¿Eso es prueba de qué? ¿Acaso, un vehículo es un documento? ¿Es un ordenador?», cuestionó Collor, que acusó a la policía de querer intimidarlo y usar el caso para llamar la atención.

Símbolo de la corrupción

La mansión Casa da Dinda, llamada así en homenaje a la bisabuela del senador es un marco en la historia de la corrupción política brasileña. Durante su Gobierno, entre 1989 y 1992, Collor convirtió la casa en su residencia oficial, rechazando los tradicionales Palacio de Alvorada y la casa de campo presidencial, Granja do Torto.

Durante las investigaciones que provocaron su renuncia se descubrió que la casa y sus lujosos jardines, con cascada y lago artificial, habían sido reformados con fondos públicos desviados por su tesorero de campaña, Paulo César Farias. En la época la obra fue estimada en 2,5 millones de dólares. Collor quedó inelegible por ocho años, y volvió a la política en 2006, cuando fue electo senador por Alagoas, su estado natal. En su retorno a la política se convirtió en un importante aliado del expresidente Luiz Inácio Lula da Silva, su antiguo enemigo, y del PT.

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