¿Por qué Islandia retira su petición de entrar en la Unión Europea?

La semana pasada el gobierno conservador de Gunnlaugsson, contrario a la adhesión, retiró de forma oficial la petición de entrada cursada en 2009

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Aunque fue la semana pasada cuando se cursó la petición oficial de retirar la solicitud de ingreso en la Unión Europea, la decisión no ha sorprendido a muchos pues a mediados de febrero el Gobierno islandés, liderado por Gunnlaugsson, aprobó una moción parlamentaria a favor de esta medida.

Las discrepacias con respecto al ingreso de Islandia en la UE vienen de lejos, casi desde el momento en que fue solicitado el ingreso en mayo de 2009. Una solicitud impulsada por la socialdemócrata y europeísta Jóhanna Sigurðardóttir, que había asumido el cargo de primer ministro unos meses antes tras la dimisión de Geir H. Haarde, contrario a la adhesión a la UE, como consecuencia de romperse la coalición formada entre conservadores y socialdemócratas.

Sigurdardóttir llevaba en su programa electoral el ingreso de Islandia a la UE, y ese era su objetivo. El Parlamento apoyó la decisión por 33 votos a favor, frente a 28 en contra. La opinión pública, tras sufrir el impacto del colapso económico en 2008, también se mostraba inclinada a ingresar en la UE.

Entre las condiciones que debía cumplir Islandia se encontraban, entre otras, la prohibición de la caza de ballenas y compensar a británicos y holandeses por la quiebra del banco Icesave.6, producida en 2008 y que suponía el reembolso de 3.800 millones de euros. Algo que los islandeses rechazaron mayoritariamente (el 93,1%) en un referendum celebrado en marzo de 2010.

Aún así, las negociaciones para el ingreso siguieron adelante intentando limar diferencias en aspectos como la agricultura, la pesca, el libre movimiento de capital o los impuestos.

En enero de 2013 Islandia suspendió la negociaciones ante la proximidad de las elecciones, que se saldarón con un Gobierno conservador, presidido por Sigmundur David Gunnlaugsson, contrario a la adhesión de Islandia a la UE, algo que notificó el pasado mes de junio a través de su ministro de Exteriores, y que ha confirmado de manera oficial ahora.

Con algo más de 300.000 habitantes, Islandia ha sido capaz a pesar de la grave crisis económica de 2008, que provocó la nacionalización de tres de sus principales bancos y que llevó al banquillo al primer ministro Geir Haarde, enderezar su situación. La opinión pública también parece haber cambiado. Inicialmente favorable, tras el conflicto con varios países de la UE por las indemnizaciones por la quiebra del banco Icesave, las cuotas de caballa y la crisis del euro han hecho renacer el euroescepticismo en Islandia, y según sondeos recientes la mayoría es ahora claramente contraría al ingreso en la UE.

Como en su momento afirmó Geir Haarde, el actual Gobierno islandés insiste en que puede defender mejor los intereses del país sin formar parte de la Unión Europea.

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