Alberto Cuéllar, a la guitarra, y Sergi Boadella, al chelo, son «Duo Saqi», que son sus nombres en mandarín
Alberto Cuéllar, a la guitarra, y Sergi Boadella, al chelo, son «Duo Saqi», que son sus nombres en mandarín - pablo m. díez

Manuel de Falla llega a China con «Duo Saqi»

El violonchelista Sergi Boadella y el guitarrista Alberto Cuéllar triunfan en el gigante asiático con la música clásica española

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Alberto es Duo y Sergi es Saqi (pronunciése Sachi). Jugando con sus nombres en mandarín, ambos forman «Duo Saqi», una pareja musical que triunfa en China con lo mejor del repertorio clásico español, desde Manuel de Falla hasta Enrique Granados. Y lo hacen sin más instrumentos que el violonchelo de Sergi Boadella, hijo del célebre dramaturgo catalán, y la guitarra del granadino Alberto Cuéllar. Experimentando también con el tango y el flamenco, llevan dos años tocando juntos por auditorios de toda China, que se llenan con sus actuaciones.

Duo, es decir Alberto Cuéllar, llegó a este país en 2008 tras haber dado un par de conciertos en Japón y Hong Kong. Gracias a dichos recitales, le propusieron participar en un festival de guitarra en Xian, la antigua capital de China famosa por sus guerreros de terracota.

Allí captó enseguida el creciente interés por la guitarra y decidió no regresar a España. Entre otras cosas porque en Xian conoció a la que hoy es su esposa y madre de su hijo, Marco, que tiene ya tres años. En 2009 se trasladó a Pekín, donde estuvo tocando en el restaurante Carmen y en el hotel Hilton, así como en una escuela de flamenco.

Por su parte, Saqi, es decir Sergi Boadella, se instaló en China en diciembre de 2010, aunque desde 2005 había venido varias veces para dar algunos conciertos. Huyendo en parte del asfixiante nacionalismo catalán, que tiene vetado su apellido, se dedicó durante dos años y medio a impartir clases de chelo en Shenyang y Dalian, al noreste del país. En diciembre de 2012, Alberto Cuéllar se puso en contacto con él para que tocara al chelo la música de «Cinema Paradiso» en el Festival de Cine Europeo de Pekín, donde el guitarrista también interpretaba una versión de «Volver», la música de la película de Almodóvar.

Lo más parecido a la voz humana

A partir de entonces, unieron sus fuerzas y, en julio de 2013, Boadella se mudó a Pekín, donde vive con su esposa. «El chelo, que es el instrumento más parecido a la voz humana, es muy estético y embellece el flamenco, donde el cante debe ser rudo, árido», opina Boadella, que toca un Martino Heel fabricado en Génova hace tres siglos. Mientras le acompaña con una guitarra Santos Hernández de 1939, Cuéllar asegura que «hay química tocando juntos porque nos entendemos bien y sentimos la música de forma parecida».

Con un espíritu abierto, que les permite interpretar un tango de Gardel con el chelo o una pieza de Bach con la guitarra, ambos se han propuesto revitalizar y dar a conocer la música clásica en China, incorporando a veces violines que hasta compaginan con palmas por bulerías. Además de querer grabar un disco de adaptaciones, uno de sus proyectos incluye a una cantante china para mezclar la ópera de Pekín con el flamenco.

Empresarios

«No somos nada integristas porque la música clásica debe adaptarse para no extinguirse», advierte Boadella, de 48 años. Además de dedicarse a su carrera artística, tiene una empresa, Sergi Strings, que vende en Europa cuerdas de instrumentos fabricadas en China. Por su parte, Cuéllar, de 41 años, también difunde la guitarra clásica y flamenca con una página web en mandarín, Jitamen, que recibe más de 4.600 visitas al mes. Pero lo que más le gusta a estos dos maestros es tocar en lugares pequeños y sin amplificación para que su música llegue natural al oído de los espectadores.

Ver los comentarios