Rod Stewart retrasa su concierto en Lisboa para ver el Gales-Portugal de la Eurocopa

Rod Stewart vuelve a las andadas de los caprichos a la hora de subirse a un escenario. Después de inaugurar el Universal Music Festival en el Teatro Real, se planta en Lisboa en una fecha tan señalada como la semifinal Gales-Portugal de la Eurocopa de Francia este 6 de julio.

Como el fútbol es su gran pasión, este londinense acogido por Escocia no ha podido resistirse a solicitar a los organizadores de su primer espectáculo en Portugal desde hace ocho años que se retrase la hora de comienzo. Objetivo: que sus fans (y él mismo, claro) puedan ver el decisivo encuentro.

Así que a la promotora Ritmos e Blues no le ha quedado más remedio que instalar una pantalla gigante en el pabellón MEO Arena, recinto donde se celebra el 'show', para que los adeptos gocen con Cristiano Ronaldo y compañía antes de sumergirse en el repertorio, estilo 'crooner', que desarrolla el ex líder de los Small Faces últimamente.

Otra excentricidad más en su dilatada trayectoria (y ya van...), salpicada de peticiones a última hora. Así sucedía cuando exigía entradas para la Plaza de Toros de Las Ventas, aunque ya no hubiese ni reventa, o cuando se permitía el lujo de reclamar para su camerino un tipo de mesa de billar sólo utilizado en la base militar norteamericana de Torrejón.

Quienes le conocen se dieron cuenta mucho tiempo atrás de que, en realidad, sus caprichos no persiguen satisfacer a sus seguidores, sino a sí mismo. En cualquier caso, no saldrá a cantar en el Parque das Naçoes de Lisboa hasta las 22.00 o 22.30 hora local (60 minutos menos que en España), en función de si el partido se decide en el tiempo reglamentario, en la prórroga o en los penaltis.

Él, por supuesto, apoya a Gales, con el madridista Gareth Bale a la cabeza, pero se muestra encantado de que todo Portugal anime a su selección con fuerza. No olvidemos que Rod Stewart, de 71 años, es un forofo del Celtic Glasgow. De hecho, dio la vuelta al mundo la imagen de las lágrimas que derramó cuando su equipo venció en su feudo al Barcelona en la fase de grupos de la Champions League en 2012.

En estas situaciones, sale a flote su lado más gamberro, el mismo que exhibe cuando interpreta su clásico «Da ya think I'm sexy». Claro que también da rienda suelta a himnos como «Maggie May» o «Tonight's the night».

Su actual gira, eso sí, apuesta por un repertorio formado mayoritariamente por melodías estándar herederas del mismísimo Frank Sinatra. Una faceta que le ha devuelto un éxito masivo que no disfrutaba desde la década de los 80.