La secretaria general del PSOE-M, Sara Hernández
La secretaria general del PSOE-M, Sara Hernández - JAIME GARCÍA

El PSOE-M indemniza con 100.000 euros a once empleados despedidos con Tomás Gómez

Ferraz extinguió sus contratos el día después de destituirle como secretario general

Madrid Actualizado: Guardar
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El PSOE de Madrid ha llegado a un acuerdo con los once trabajadores despedidos hace un año para indemnizarles con un total de 100.000 euros. Fue tras la destitución de Tomás Gómez como secretario general —en febrero del año pasado— cuando Ferraz envió una carta a los empleados con contratos de obra para comunicarles su despido fulminante. Todo ellos formaban parte del núcleo de confianza del exlíder socialista, y se fueron a la calle un día después de su decapitación.

La indemnización que el PSOE-M (entonces PSM) tendrá que pagar a estos once empleados supone otra pequeña losa sobre la situación económica del partido que, como ha venido relatando este periódico, atraviesa por una situación más que delicada. ABC informó hace un mes que la formación que lidera la alcaldesa de Getafe, Sara Hernández, había decidido cobrar una cuota extra de 24 euros a sus 15.000 afiliados para aliviar las tensiones de tesorería.

La cifra supone otra losa en la mala economía del partido que lidera Sara Hernández, en números rojos

La líder socialista envió un carta a sus militantes para informarles de la decisión. La misiva comenzaba con una frase bastante gráfica sobre el momento en el que se encuentra el partido: «La situación económica del PSOE-Madrid era y es muy preocupante...». La celebración de dos campañas electorales en 2015 (municipales en mayo y generales en diciembre), así como la devolución de unos créditos que en su momento concedió Ferraz al partido en Madrid fueron los principales motivos que, según la carta, llevaban al partido en la región a pedir un esfuerzo extra a sus afiliados.

Nadie sabía entonces que la formación estaba a punto de cerrar un acuerdo con los once trabajadores despedidos de la era Tomás Gómez. Al agujero económico que tiene, habrá que sumarle ahora otros 100.000 euros, que son los que tendrá que desembolsar —si no lo ha hecho ya— para evitar que los empleados denuncien su situación en los tribunales.

La decisión de cobrar una cuota extraordinaria a sus militantes fue enseguida rechazada por muchos, que dieron orden al banco de devolver el recibo. El responsable del Comité Regional del PSOE, Carlos Morales, era consciente del problema. «Yo voy a pagar la cuota, pero no todo el mundo se lo puede permitir. Somos un partido de trabajadores, que han visto muy mermada su capacidad adquisitiva, por lo que es comprensible que haya bastantes devoluciones. En todo caso, humildemente animo a la parte de la militancia que pueda hacer frente y arrimar el hombro, esperemos que por última vez».

Contención de gasto

Tras la decapitación de Tomás Gómez de la secretaría general, el partido puso en marcha una política de contención del gasto. La gran medida fue la extinción del contrato de alquiler de la sede en el Palacio de la Prensa —donde al mes se llegaba a pagar hasta 14.000 euros— y la mudanza a un local más modesto en el número 27 de la calle del Buen Suceso. La política de recortes, de momento, no está dando los resultados esperados. Por este motivo, desde el partido se reclama un cambio en las vías de financiación.

También son muchos los que critican la mala planificación del actual equipo directivo. «Debería haberse llevado a cabo una campaña de afiliación al día siguiente de haber ganado Sara Hernández. Sin más militantes, ¿cómo esperamos más ingresos por cuotas? Si seguimos haciendo lo de siempre, por mucho que ahora se sea más austero, el problema sigue latente». Otra posibilidad, apuntan, pasa por abrir las bases del partido e incorporar más militantes, por ejemplo, de entre UGT.

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