El huracán que dejó 24 muertos en Madrid y arrasó el paseo del Prado en 1886

El fenómeno arrasó casas, tiró un centenar de árboles en el Retiro y mató a varios animales de la Casa de las Fieras

Madrid Actualizado: Guardar
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El 12 de mayo de 1886 es una fecha que está grabada a fuego en la memoria de los madrileños. Todo comenzó por la tarde cuando, a eso de las siete, comenzó a soplar un viento que cada vez empezaba a subir de intensidad. No tardó mucho en comenzar a derribar casas y arrancar árboles.

Sólo en el parque del Retiro, el ciclón arrancó de sus raíces más de un centenar de ejemplares. En el paseo del Prado cayeron otros cincuenta. Uno de ellos, con tan mala suerte, mató a un hombre, junto a la Cibeles, que en ese momento se estaba bajando de un coche.

La tormenta provocó el hundimiento de dos lavaderos públicos en el paseo Imperial que acabó con la vida de 18 personas.

Varias estatuas cayeron derribadas y el Casón del Buen Retiro también sufrió importantes daños. La iglesia de Los Jerónimos perdió adornos y se cuartearon las torres, tal y como recuerda José del Corral en su libro Sucedió en Madrid.

El Puente de Toledo perdió también una de sus agujas; en el cementerio de San Lorenzo una tapia en construcción cayó sobre los cinco albañiles que la estaban levantando y en la Casa de las Fieras murieron varios animales. El resultado total fue de 24 muertos y más de 400 heridos.

La reina regente María Cristina visitó en carruaje las zonas más dañadas por el huracán, dando ayudas a los más necesitados. El estado avanzado de su embarazo, sin embargo, le impidió bajar del caromato.

Otras de las víctimas de este tornado fueron los célebres cedros que había en los jardines de la plaza de las Cortes y sobre los que se había escrito mucho en periódicos y libros. Curiosamente, el fenómeno había sido anunciado unos días antes en un artículo de Francisco León Hermoso, publicado en El Siglo Futuro. Nadie se lo había tomado en serio.

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